Cosas del español (8): PRIMERAS OBRAS LITERARIAS.
El paso de las
primeras manifestaciones escritas, meramente utilitarias, a la literatura
supone un decisivo salto cualitativo en el desarrollo histórico de una lengua.
Entre las primeras formas literarias en lengua romance – no propiamente
castellano--, ocupan un lugar sobresaliente las jarchas, que son anteriores a
las composiciones provenzales, y cuyo origen se remonta al siglo XI. Se trata
de pequeñas cancioncillas de tema amoroso, semejantes a los villancicos, que se
incluían al final de poemas árabes o hebreros de mayor entidad, las moaxajas.
Las jarchas, que algunos estudios sitúan a finales del siglo IX y comienzos del
X, estaban compuestas en mozárabe, lengua romance que incorpora léxico árabe –
en tanto que habla usual entre los cristianos y musulmanes de la España
islámica --, pero escribían en caracteres árabes o hebreos (aljamía). Tal
amalgama es fiel reflejo de la convivencia de las tres culturas existentes en
el –andaluz, heredada más adelante por la corte del rey sabio en Toledo.
Para encontrar los
primeros textos literarios en castellano hay que esperar hasta avanzado el
siglo XIII, centuria en la que se datan el Auto de los Reyes Magos y el Cantar
del Mío Cid, obras anónimas en verso. La primera, de origen toledano, es la más
antigua pieza teatral española conservada, en tanto que el poema ético
inspirado en las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar – se ha atribuido a Per
Abbat, quien probablemente fue su copista—es el primer exponente del mester de
juglaría y se considera la primera gran obra literaria española en lengua
vulgar. El poema esta escrito en versos de métrica irregular y rima asonante, y
concebido para ser recitado o cantado por los juglares, poetas ambulantes que
actuaban para el pueblo llano y en ambientes nobles.
La obra del monje riojano
Gonzalo de Berceo permite constatar el uso literario de la lengua romance en la
primera mitad del siglo XIII, en el momento inmediatamente anterior al intento
alfonsí de regularizar el castellano. Berceo, el primer poeta castellano de
nombre conocido, compuso, entre otras, la Vida de San Millán de la Cogolla, los
Milagros de Nuestra Señora y la Vida de Santo Domingo de Silos. Fue
representante del denominado mester de clerecía, en el que se incluyen asimismo
otros textos del mismo siglo – el Libro de Alexandre, el Libro de Apolonio y el
Poema de Fernán Gonzales – uno de cuyos rasgos distintivos fue la inclusión de
latinismos en sus composiciones. En este aspecto, se diferenciaban de modo explícito
de los juglares, a quienes no dudaron en criticar, tal como se expresa en una
de las estrofas mas reproducidas del citado Libro de Alexandre: “Mester traigo
fermoso, non es de juglaría,/ mester es sin pecado, ca es de clerecía,/ fablar
curso rimado por la cuaderna vía,/ a silabas cuntadas, ca es grant maestrías”.
Fuente: Nunca lo hubiera
dicho, págs. 39,40 Taurus, Real Academia Española, Asociación de Academias de
la Lengua Española.
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