Clásicos Nacionales: La Lengua Francesa en Honduras

Jorge Fidel Durón (*) Era un timbre de honor para nuestros próceres el conocimiento del francés. Aparece que la colonia británica de Wallis o Belice no solo servía para la introducción clandestina de los productos estancados por las autoridades coloniales, sino que era el medio para el contrabando de publicaciones. Y a la par de los libelos y los panfletos en ingles que nos venían de Londres, se colaban los libros y las publicaciones en lengua francesa, con información sobre la revolución y la proclamación de los derechos del hombre. Esta civilizadora influencia francesa se hizo sentir hasta los albores de la primera guerra mundial. Los anaqueles de nuestras librerías estaban llenos de obras, ediciones de Ch. Bouret, de otras casas editoras parisienses que aún subsisten y, los que estudiamos anatomía, todavía tenemos los gruesos volúmenes de Testud, que leíamos y estudiábamos como si hubieran estado en español. Nuestros grandes catedráticos, profesores como el Dr. Rubé...