PRIMEROS TEXTOS EN ESPAÑOL
Cosas del Español (7)
La tradición ha considerado La Rioja, en concreto el monasterio el monasterio de San Millan de la Cogolla, como la cuna del español. Allí apareció el Códice 60, obra miscelánea redactada en latín que contiene diversas piezas litúrgicas y que se conserva en la actualidad en la Real Academia de Historia. Su valor reside en las anotaciones en lengua romance—y también en euskera—escritas en el margen o en el interlineado por un copista, y destinadas a facilitar la comprensión del texto. Son las llamadas Glosas Emilianas, que se han datado entre los siglos X y XI, y que han sido consideradas desde tiempos de Menéndez Pidal como el primer texto castellano.
Sin embargo, las cosas no son
exactamente así. En la segunda mitad de siglo X, el hermano Jimeno, despensero
del Monasterio de la Rozuela, hoy desparecido, perteneciente al municipio de
Chozas Abajo, en León, escribió en el dorso del documento de una donación un
inventario de quesos, detallando el consumo llevado a cabo por la comunidad. El
texto, muy breve, se conoce como Nodicia de kesos y se guarda en el archivo de
la catedral de León, Se ha dicho repetidamente que está escrito en leones, que
por entonces no puede hablarse de ese dialecto, sino de una variedad todavía
indiferenciaba, que presenta características comunes con el posterior dialecto
leones, aunque también con el castellano.
A la misma época pertenece la
documentación más antigua del misterio burgalés de Valpuesta, situado a los
pies de la tierra de Arcena, muy cerca ya de Álava, en plena zona castellana.
Se trata de los becerros Gótico y Galicano (los becerros son libros de iglesias
y monasterios donde se copiaban los privilegios y las escrituras de sus
pertenencias), llamados así por tipo de letra (gótica una, galicana o carolina
otro) en que están escritos. Los becerros o cartularios de Valpuesta – sobre
todo donaciones y pago de servicios funerarios—están redactados en un latín
corrompido que deja ya entrever la existencia de una nueva lengua.
La cuestión no es
sencilla. No hay una frontera precisa entre el latín vulgar y el romance. Se
trata de un proceso, de un continuo. Cualquier intento de fijar el nacimiento
del castellano u otras lenguas románicas en un momento concreto resulta
arbitrario, lo que también afecta los textos. Sin embargo, la acumulación de
documentos de una misma época en lugares diversos, si constituye un dato muy
significativo. (1)
(1)
En
Honduras hay poquísima investigación documental sobre los primeros pasos del
español. Las actas fundaciones de ciudades, son los textos que se conservan y
los informes que los conquistadores y escribanos enviaron a España. Es decir que donde está la mayoría de
estos textos, es en Guatemala y Sevilla. Por ejemplo, nadie sabe cuál fue el
primer “hondureño” que hablo y escribió en español. Es tarea para los curiosos
del futuro.
Fuente: Nunca lo hubiera dicho, Los secretos bien guardados (
o no tanto) de la Lengua Española, Taurus, RAE, Asociación de Academias de la
Lengua Española, Primeros textos del español, pags. 37 y 38
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