Contracorriente: LA FRAGIL OPOSICION DEMOCRATICA
Juan Ramón Martínez
La
oposición “democrática”, es frágil, desintegrada y poco consiente que enfrenta
un proyecto totalitario que, tiene que derrotarlo, porque si no, desaparecerá
de la faz de Honduras. La mayoría no huele a pueblo. No tiene discurso coherente.
Y, su capacidad para frenar el extremismo fascista “lepaguarensis” – con los recursos
disponibles – es limitada. La mayoría cree que el proceso electoral en el que
participan es igual que, los que han ocurrido en el cercano pasado. Y que, por
ello, deben usar las mismas estrategias, privilegiando la denuncia y el
desprestigio del adversario, cuando de lo que se trata es convencer al
electorado que la vía democrática y liberal, es la única alternativa de
sobrevivencia, porque el modelo estatista que propone el PLR, esta llamado
aumentar los pobres de Honduras, condenado a cada uno de ellos, a seguir siendo
como en el pasado, en simples números con los que los políticos, se han jugado
las raídas vestiduras de la republica herida y maltratada.
La
mayoría de los candidatos en competencias, no sabe a lo que se enfrentan.
Ignoran que Mel ha montado una “guerra cultural” y creado un relato con muchos
que le creen, que les obliga a responder. Por eso, mientras el discurso de Rixi
Moncada penetra por todos lados, despertando ilusiones entre los más débiles,
que sus problemas serán resueltos cuando derroten la derecha, Asfura no ha
dicho una palabra, Nasralla no ha pasado de la estocada personal, Cálix no ha
podido sino ejercer su resentimiento personal por los espacios negados en su
militancia anterior; y Urbizo, todavía luce distante y sin disposición para
escuchar las quejas y miedos populares. Da la impresión que sabe todo y las
soluciones, no tiene que compartirlas con nadie.
Por
ello, la campaña electoral tiene el riesgo de ser un ejercicio de dos coros
disonantes, que no convergen; y, que no convencen al electorado que debe
escucharlo, porque no tiene que ver con sus vidas. Mientras Mel ha desarrollado
un discurso en que el modelo cubano es el centro hacia dónde vamos, China el
aliado principal; y en lo interno, el gobierno será el único protagonista,
eliminado de raíz la actividad de los particulares, ninguno de los
precandidatos -- liberales y
nacionalistas--, han construido un contra discurso, que rompa el fuego para
frenar a Mel que no disimula su proyecto
destructivo, que avanza demoliendo instituciones inclusivas y construyendo otrad
extractivas que terminaran convirtiendo a Honduras en una finca ganadera modelo
Lepaguare,-- con sus pozos artesianos-- y las mujeres campesinas llorando por
sus maridos que, no regresaran jamás a cenar a sus hogares.
La
fragilidad de la oposición democrática es tal, que no han podido frenar al PLR
en el CN, aunque tienen la mayoría de los diputados alienados en sus posturas
defensivas. Cuando pudieron tomar la Junta Directiva – aislando a Redondo y
dejándolo hablando solo – se volvieron “hombres puros”, no admitieron
posiciones, lo que ha permitido al más pequeño presidente del Congreso de la
historia, juega enchute con ellos; y les
niegue el derecho a la palabra. Y cuando tímidamente han reaccionado frente al sospechoso
intento de irrespeto del general Hernández que amenaza al Congreso, presionando
ilegalmente a los diputados para que hagan lo que ordena su “jefe de jefes”, no
tienen capacidad para que los militares les tomen en cuenta cuando ponen en
duda sus responsabilidades constitucionales. Tampoco se les ha ocurrido interpelar
a Moncada. O pedir al Ejecutivo su destitución. O llamar a Xiomara Castro para
que rinda cuentas.
Poco
se interesan por las negociaciones de Estados Unidos con Mel. Los asuntos de la
política exterior no son de interes para los líderes opositores. No saben que
se acordó con el Pentágono en Washington. Aceptan que Rixi viole la ley. No les
interesa saber cómo avanzan las negociaciones con la DEA, sobre el narcotráfico.
Ignoran las implicaciones de la familia Zelaya, las aportaciones de los
narcotraficantes, incluida “la mitad del comandante”. Tampoco, tienen opiniones
sobre las negociaciones con el FMI y les preocupa poco la crisis económica que
se cierne sobre el país. Los más despiertos, están preocupados por las demandas
judiciales, pero muy poco de la condición de rehén en que ha caído la Corte
Suprema a manos de dispensadores de favores, a cambio de garantizar resultados
electorales.
Estamos
en peligro. Por el “napoleonismo” de Mel y el “autismo” de los demócratas. Políticos
de “fin de semana”, frente a activistas “profesionales”.
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