Cosas del Español No. 11: NEBRIJA
La localidad sevillana de Lebrija vio
nacer a uno de los principales representantes del humanismo español, Antonio Martínez de Cala, en 1444.
Nebrija se formó en la universidad salmantina, paso a Italia becado para estudiar
Teología en Bolonia y, ya de regreso en España, en 1470, fue requerido por
Alonso de Fonseca. Arzobispo de Sevilla (1), ciudad en la que permaneció tres
años estudiando la lengua latina y preparándose para la enseñanza. Enseguida
comenzaría su etapa docente en las aulas de Salamanca, convertido ya en Elio
Antonio de Nebrija, con el nombre latino antepuesto e incorporando como
apellido el de su lugar de nacimiento, previamente latinizado.
Nebrija centro su actividad intelectual
en el ámbito filológico y se aplicó a la tarea de fijar el latín como referente
lingüístico. Al mismo tiempo, y alejándose de las pautas de la escolástica,
fomento como vía de trasmisión de conocimiento la lengua vulgar. Entre 1492 y
1495 dio a la imprenta un Vocabulario
Latino-español y un Vocabulario
Español—Latino. En el mismo año en que la primera expedición de Colon llego
a América, aparece su gran obra, “Gramática
sobre la Lengua Castellana”, la primera en lengua romance, que sirvió de
modelo a las producciones posteriores. La Gramática
se compone de cinco libros: el primero, dedicado a la ortografía, el segundo a
la prosodia, el tercero, a la etimología, el cuarto a la sintaxis y el quinto a
las “introducciones de la lengua castellana para los que de extraña lengua
querrán aprender”.
Nebrija, que dedico su gramática a
Isabel La Católica, considera la lengua castellana “compañera del Imperio” y
“al servicio de la unidad de la nación”. Ambas premisas se expresan en el
prólogo, en el que, además, el autor afirma su voluntad de establecer el modelo
lingüístico para evitar posibles modificaciones que redundaran en prejuicio de
la unificación de la citada unidad. Esta concepción del castellano como
vehículo unificador favoreció que las obras de Nebrija sirvieran de pauta para
para posteriores gramáticas y vocabularios de las lenguas nativas en América y
Filipinas.
Con Antonio de Nebrija, el estudio del
español alcanzo cotas desconocidas hasta el momento. El uso de la lengua iría
extendiéndose poco a poco en todos los órdenes de la vida, en la enseñanza de
la religión por medio de los sermones o en la divulgación de la literatura
popular, con la lectura en alta voz, y en la transmisión del saber científico a
través de traducciones.
Nebrija falleció en 1522 en Alcalá de
Henares, a cuya universidad se había trasladado a instancias del cardenal Cisneros
a comienzos de la centuria. Allí había participado en la edición de la Biblia Poliglota Complutense, había
enseñado retórica y publicado en 1517, unas Reglas de Orthographia en lengua Castellana.
Nebrija mostro un gran amor por su
patria chica. No solo tomo de ella su nombre, sino que le dedico su composición
“ Salve, parva domus”, que imprimía al inicio de sus “Introducctiones Latinae”,
concebidas en origen como manual de enseñanza para sus alumnos.
(1)
En homenaje a este clérigo español, los
conquistadores, bautizaron con su nombre el Golfo de Fonseca, el mas importante
del Pacifico Centroamericano.
Fuente: Nunca lo hubiera dicho, pags.45, 46
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