SIETE TESIS FUNDAMENTALES sobre RUBÉN DARÍO “Viene de lejos y va al porvenir”
Francisco Javier Bautista Lara
“Como hombre he vivido lo cotidiano, como poeta, no he claudicado nunca
pues siempre he tendido a la eternidad.” Canto
errante (Dilucidaciones).
Rubén Darío
es conquistador de ideales literarios y aspiraciones libertarias (“mi arraigado idealismo, mi pasión por lo elevado y heroico”, Historia
de mis libros). Logró contagiar su época y transmitirse sin interrupción a
todas las siguientes (“no puedo negar que me ha sido dado contribuir al
progreso de nuestra raza ya la elevación del culto del Arte en una generación
dos veces continental”, El viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical). Es precursor
de la independencia cultural que, como creador, desde su origen e
identidad, se proyecta fuera de las fronteras y de su tiempo (“Su renombre en
naciones extranjeras enorgullecía a la patria”, El oro de Mallorca). Es
un revolucionario que innova con rebeldía para cambiar las pautas estéticas
de la literatura y refrescar la lengua española de fines del siglo XIX e inicio
del XX con un legado inmortal en el que deja su aliento, su sello y su
nombre.
Al autor y
al personaje fundador del modernismo es necesario releerlo y observarlo,
reinterpretarlo para aproximarse a partir de una mirada actual en la
posmodernidad considerando los intereses y motivaciones de la sociedad y en
particular de la juventud. En ello seguirá siendo el individuo en su contexto
sociocultural quien hará posible lo que se propone emprender en el camino que
decide para lograr sus aspiraciones, buscar el sentido de la vida, en la
conquista del amor y la solidaridad y alcanzar lo que cada quien llama.
felicidad. Amo y Amas: “Con lo claro del sol y lo oscuro del
lodo: / amar por toda ciencia y amar por todo anhelo”. En lo que escribe está
convencido del amor, ama la vida y se refugia en el consuelo de la esperanza.
En Cantos de Vida y Esperanza: “La mágica Esperanza anuncia un día …/…
¡Esperad, esperemos todavía!”
Personas de
cualquier edad, oficio y profesión, de diferente nacionalidad e idioma, con
diversos gustos y preferencias literarias, estéticas y temáticas, emprendedores
que se abren camino desde las dificultades de origen y en busca de su
propósito, podrán encontrar en el poeta, el más universal y cosmopolita de los
nicaragüenses, un referente útil y atractivo, un protagonista cercano con quien
resultará sencillo identificarse, un ser humano común y grandioso, que a pesar
de sus imperfecciones fue persistente en la intención asumida, cuyo valor puede
ser visto. en diversos ámbitos académicos, en su existencia histórica temporal,
su influencia cultural y en el contexto social, según las posiciones políticas,
divagaciones religiosas y existenciales de las que no fue ajeno.
La vista
renovada de su creación literaria, la atención sobre su polémica, compleja, a
veces frágil e incomprendida personalidad y la manera en cómo este sensible y
tímido ser humano logró manejarlas, cómo lo hizo y cómo lidió con el conjunto
de emociones, ideas, carencias, temores, aspiraciones y esperanzas que lo
integraban, es una necesidad permanente para su prevalencia y para ser visto
con el ímpetu innovador, emprendedor, referente y exitoso, por su indiscutible
capacidad de superar la adversidad: “Yo supe de dolor desde mi infancia ”,… “Mi
juventud… ¿fue juventud la mía?”, de sobreponerse a él mismo y de alcanzar sus
ambiciosas metas: “¡Yo soy el amante de ensueños y formas que viene de lejos y
va al porvenir! (La canción de los pinos).
Hay, en la
intimidad de sus versos, en la prosa y en las abundantes crónicas, en la novela
El oro de Mallorca escrita casi al final de su vida, un énfasis
autobiográfico, la revelación de su manera de pensar y sentir, una
interpretación del mundo y la perspectiva de inmortalidad, es profeta de su
tiempo cuyos adagios perduran y lo convierten, por la profundidad del contenido
y la brevedad contagiosa y rítmica de los versos, en protagonista de un
pensamiento trascendente desde esa forma particular y bella con la que fue
capaz de expresarlo. En Historia de mis libros reconoce: “el mérito
principal de mi obra, si alguno tiene, es el de una gran sinceridad, el de
haber puesto mi corazón al desnudo, el de haber abierto de par en par las
puertas y ventanas de mi castillo. interior para enseñar a mis hermanos el
habitáculo de mis más íntimas ideas y de mis caros sueños”.
Aunque
ligeramente oculto entre las metáforas, hay en lo que escribe una constante
proclama de lo que cree y siente, muestra su afán de búsqueda e interpretación
del mundo en el que navega, se asoma al pasado y avanza al porvenir, con el
agitado bullicio de su mente y en la efervescencia de las emociones que lo
acosan salen a borbollones los versos y el detalle acucioso de sus crónicas
como única posibilidad de evasión. Es un escritor inagotable en constante
evolución, no limita los temas y los abordan con elegancia, fluidez y
franqueza. “Alma mía, perdura en tu idea divina; / todo está bajo el signo de
un destino supremo; / sigue en tu rumbo, sigue hasta el ocaso extremo / por el
camino que hacia la Esfinge te encamina”.
A pesar de
todo, más allá de su recurrente melancolía por las carencias insustituibles y
por las ansias incomprensibles, por la sensibilidad e ingenuidad de un niño, es
un persistente optimista y fiel a sus principios a pesar de las intermitencias,
incansable propagador de esperanzas y comprometido con la paz, buscador de
sueños, tenaz cantor de armonías e “ilusiones vagas”.
Para
conocerlo y valorarlo en la dimensión histórica y actual, una vez percibida la
belleza, profundidad y pluralidad de la prosa y de los versos, más allá de las
preferencias o simpatías que la lectura produce, es fundamental, para
percatarse de los méritos del personaje. y de lo grandioso de la obra, para
comprender su significado y utilidad, así como el impacto que produjo, para
percibir los méritos y dificultades del hombre, escritor y compatriota
hispanoamericano en la vorágine de circunstancias, es indispensable visibilizar
algunos asuntos claves. No hacerlo limita su connotación, puede reducirse a lo
literario, al momento que fenece ya un limitado escenario de espectadores.
Tesis 1:
Clásico de la literatura universal.
La vigencia
clásica de Darío se confirma por sobrevivir al siglo. Desde su deceso en León
de Nicaragua en 1916 siguen siendo objeto de estudio sus poemas y textos, no ha
cesado en generar elogios y polémicas porque frente a él no cabe la
indiferencia. Es evidente que traspasó las fronteras de su patria natal e
invadió, como exitoso conquistador de ideales literarios, todo el mundo
hispanohablante y más allá. “El movimiento de libertad que me tocó iniciar en
América, se propagó hasta España y tanto aquí como allá el triunfo está
logrado” (Prefacio, Cantos de Vida y Esperanza. Los Cisnes y otros poemas).
Superó las barreras del idioma al ser traducidas algunas de sus obras a unos
veinticinco idiomas. La innovación literaria del autor de Azul… al
romper los esquemas estuvo influenciada por la capacidad de incorporar al
español otros aprendizajes.
El poeta
reconoce en Dilucidaciones de El canto errante: “El movimiento
que en buena parte de las flamantes letras españolas me tocó iniciar, a pesar
de mi condición de `metecato`; echado en cara de cuando en cuando por
escritores poco avisados…”. En El viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical
afirma: “no puedo negar que me ha sido dado contribuir al progreso de nuestra
raza ya la elevación del culto del Arte en una generación dos veces
continental”.
En su vasta
producción literaria prevalece la diversidad temática y puede ser estudiada o
encontrarse referencias sobre múltiples asuntos literarios, culturales,
sociales, políticos, históricos y religiosos, cotidianos y trascendentes. Sus
límites fueron universales y de él brotaron, como de una refrescante fuente,
sus prolíferas páginas: “Ama tu ritmo y ritma tus acciones / bajo su ley, así
como tus versos; / eres un universo de universos / y tu alma una fuente de
canciones”.
Tesis 2: El
modernismo feneció, él es inmortal.
El
movimiento modernista cumplió su rol durante casi tres décadas siendo superado
por otras corrientes literarias. Pasó la moda y quedó el legado transformador.
La gloria y el aura mitológica del líder que lo impulsó desde la periferia
geográfica, política y cultural es inmortal. Darío dice: “Toda la gloria y toda
la eternidad están en nuestra conciencia” (Dilucidaciones, Canto errante).
En Interrogaciones pregunta: “¿Dónde vas a hacer tu nido? / ¿A los picos
de la Gloria?… / -Si. ¡En los montes del olvido!”. Sin embargo, el autor de Prosas
profanas, venció el olvido, conquistó la gloria.
En su Autobiografía reconoce: “… y, sobre todo, ¡gracias sean dadas a Dios! esparcí entre la juventud los principios de libertad intelectual y de personalismo artístico, que habían sido la base de nuestra vida nueva en el pensamiento y el arte de escribir hispanoamericano y que causaron allá espanto y enojo entre los intransigentes. La juventud vibrante me siguió, y hoy muchos de aquellos jóvenes llevan los primeros nombres de la España literaria”. En Historia de mis libros: “Esta mañana de primavera me he puesto a hojear mi amado viejo libro, un libro primigenio, el que iniciara un movimiento mental que había de tener después tantas triunfantes consecuencias”. Agrega: “Es una obra, repito, que contiene la flor de la juventud, que exterioriza la íntima poesía de las primeras ilusiones y que está impregnada de amor al arte y de amor al amor”. Al referirse a Prosas profanas comenta: “No contaba, pues, sino con una `élite`, y sobre todo con el entusiasmo de la juventud, deseosa de una reforma, de un cambio de su manera de concebir y de cultivar la belleza” … “Y tal es ese libro, que amo intensamente y con delicadeza, no tanto como obra propia, sino porque a su aparición se animó en nuestro continente toda una cordillera de poesía poblada de magníficos y jóvenes espíritus”. Darío impuso una norma literaria que arrastró a las generaciones de entonces, logró revolucionar la prosa y la poesía para superar su tiempo. En Historia de mis libros reconoce sin embargo lo efímero: “Después de todo, todo es nada, la gloria comprendida”.
Tesis 3:
Prócer de la independencia cultural de Hispanoamérica.
Lo relevante
no fue solo su liderazgo capaz de imponer la nueva corriente literaria, sino
que lo como pionero hizo desde América Latina, sin ocultar ni renegar del
origen. En Palabras liminares de Prosas profanas: “¿Hay en mi sangre
alguna gota de sangre de África, o de indio chorotega o nagrandano?”. Es un
acto de patriótica dignidad y rebeldía, es continuidad del proceso de
independencia cultural por la capacidad de innovar desde la periferia de la
metrópolis y de romper los designios eurocéntricos para demostrar la capacidad
creativa Latinoamericana, visibilizar el derecho a ser reconocidos en la propia
identidad.
En Historia
de mis libros, al referirse a uno de los poemas de Cantos de vida y
esperanza: “En A Roosevelt se preconiza la solidaridad del alma
hispanoamericana ante las posibles tentativas imperialistas de los hombres del
norte”. Asume una posición política a partir del vínculo hispanoamericano:
solidario, digno y comprometido.
En El
viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical: “Yo deseo que la juventud de mi
país se compenetre de la idea fundamental de que, por pequeño que sea el pedazo
de tierra en que a uno le toca nacer, él puede dar un Homero, si es en Grecia;
un Tell, si es en Suiza …” Y en otra parte: “El nicaragüense es emprendedor, y
no falta en él, el deseo de los viajes y cierto anhelo de aventura y de
voluntario esfuerzo fuera de los límites de la patria”. Hay orgullo de
pertenencia y la convicción que puede lograr lo que se propone sin limitarse
por las circunstancias de origen. Esto es fundamental para el aprendizaje de
las generaciones de siempre.
Tesis 4: Un
“cisne negro” de gran impacto.
Escribió en Cantos
de vida y esperanza como una proclama de auto reconocimiento: “… Y un Cisne
negro dijo: -La noche anuncia el día. / Y uno blanco: – ¡La aurora es inmortal!
¡La aurora / es inmortal! Oh tierras de sol y de armonía, / aún guarda la
Esperanza la caja de Pandora!”. ¿Quién es el cisne negro que anuncia el
día? Darío, según el viejo verso latino y el popular refrán londinense del s.
XVIII asumido después para referirse a la ocurrencia de un suceso improbable,
impronosticable, que ocurre repentinamente y provoca gran impacto, puede ser
representado por esa figura porque se elevó a la mayor altura literaria para
preservarse en la inmortalidad universal viniendo desde la adversidad, fuera de
todo pronóstico, con un nacimiento accidentado y proviniendo de familia
disfuncional, con múltiples carencias, sin formación académica formal ni
recursos económicos, atormentado por sus conflictos y afligido por su
melancólica soledad “en mis errantes pasos peregrinos” (Canción de los pinos),
entre fantasmas “de desolación y duda”, lanzándose al agua y enfrentando el
mundo con valentía y éxito.
Es un “cisne
negro”, elegante y erguido que se alzó al firmamento y sobrevivió al “cisne
blanco” que simbolizó al pensamiento literario modernista y que ha fenecido. No
es necesario, como alguna vez dijo, en nombre de los vanguardistas granadinos,
José Coronel Urtecho: “degollar al cisne”.
Tesis 5:
Pedagogía rubendariana.
La Pedagogía
rubendariana es la ruta que Darío siguió para aprender y crear. Para
emprender hay que aprender, es el círculo inagotable. Escribió en sus
versos: “Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo” y “Mis ojos miraban
en hora de ensueños / la página blanca.” En el retorno a la patria después de
casi quince años de ausencia afirmó: “Yo soy un instrumento del supremo
destino”.
Son tres los
medios de aprendizaje que el niño y joven aprendió temprano y siguió
practicando siempre: escuchar, observar y leer. Lo hizo por la curiosidad
insaciable que lo llevó a viajar, conocer y participar de manera constante
en su primaria, principal y recurrente escuela, que no fue el aula de clase:
fue la tertulia. Por fortuna no se sometió al sistema educativo ni a la
rigidez académica, se sacudió los esquemas literarios predominantes y emprendió
rumbo propio. Fue autodidacta, organizó su manera su aprender según sus
intereses y preferencias. Lo hizo con persistencia obsesiva, sin
permitir que circunstancias o dificultad emocional, económica, política y
social, ni sus fragilidades e intermitencias, lo impidieran, sacrificó lo que
fuera necesario, tuvo la visión puesta en el propósito que asumió con
entereza. En Augurios escribe: “Dame la fortaleza / de sentirme en el
lodo humano / con alas y fuerzas / para resistir los embates / de las
tempestades perversas”.
Ese fue el
camino asumido por el genio creativo del autor de Cantos de vida y esperanza,
todo ello con las cualidades humanas que cultivó: gratitud, humildad,
franqueza y sensibilidad, condiciones necesarias para aprender y crear.
Es un referente.
Tesis 6:
Innovador y emprendedor de éxito
A pesar de
los versos “Ser sin rumbo cierto” (Lo fatal), “voy sin rumbo y ando a
tientas” (Melancolía), agrega: “Voy bajo tempestades y tormentas / ciego
de ensueño y loco de armonía”, tiene en las confusas emociones y dudas que lo
atormentan por su temperamento melancólico, es la literatura con propósito
renovador en la búsqueda de la nueva estética, lo que lo empuja, lo que asume y
disfruta para dar sentido de éxito a su existencia, “cuando se nace con el
terrible mal de pensar” (El oro de Mallorca), con un “ideal del arte”,
utilizando el instrumento que domina con destreza para expresar sus ideas y
sentimientos: la poesía y la prosa. En su Autobiografía explica: “Ha
sido deliberadamente que después, con el deseo de rejuvenecer, flexibilizar el
idioma, he empleado maneras y construcciones de otras lenguas, giros y vocablos
exóticos y no puramente españoles”. Eduardo de la Barra reconoce: “es en
efecto, un poeta de exquisito temperamento artístico que aduna el vigor a la
gracia, de gusto fino y delicado, casi diría aristocrático, neurótico y por lo
mismo original” (Prólogo de Azul…).
Dijo que lo
haría y lo hizo. Asumió lo imposible como misión divina, nadando contra
corriente, empujado por la voluntad, aprovechando cualquier apoyo, poniendo la
confianza en sí mismo (a pesar de las inseguridades y miedos), construyendo
literatura en busca de perfección, con criterio impecable, convencido de lo
nuevo en el confuso y accidentado camino para conquistar las alturas de la
literatura, por lo que podemos afirmar, así como se dice que el español es “la
lengua de Cervantes”, con justicia debemos decir que es “la lengua de Darío”,
por la indeleble huella dejada y porque todos los que han incursionado en la
literatura después, han sido influidos por él, incluso aquellos que hablan el
idioma, aunque sin saberlo, asumen las innovaciones que introdujo.
En El
viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical dice: “Bien va aquel que sigue una
ilusión, cualquiera que sea esa ilusión; bien va, si lleva la mano a su
conciencia y su corazón está con él”, y en Canción de otoño en primavera:
“Más a pesar del tiempo terco, / mi sed de amor no tiene fin; / con el cabello
gris, me acerco a los rosales del jardín…”.
Tesis 7:
Hombre en lo cotidiano, poeta de las alturas.
En El
canto errante reconoce: “Como hombre he vivido lo cotidiano, como poeta, no
he claudicado nunca pues siempre he tendido a la eternidad”. En marzo de 1915
afirmó: “En cuanto a la poesía, debe tender a un ambiente de eternidad, so pena
de no ser” (Diario de Centro-América; El Bardo eterno).
Desde Historia
de mis libros, al referirse a Cantos de vida y esperanza,
reflexiona: “En cuanto a la bohemia inquirida, ¿habría yo gastado tantas horas
de mi vida agitadas noches blancas, en la euforia artificial y desorbitante de
los alcoholes, en el desgaste de una juventud demasiado robusta, si la fortuna
me hubiera sonreído y si el capricho y el triste error ajenos no me hubiesen
impedido, después de una crueldad de la muerte, la formación de un hogar?” “no
estaba en un lecho de rosas”, pagó los costos del éxito: no construyó un hogar
estable, careció de riqueza económica, sacrificó su salud, permaneció lejos de
los afectos de la patria natal.
En uno de
los primeros versos dice: “Potro sin freno se lanzó mi instinto, / mi juventud
montó potro sin freno; / iba embriagado y con puñal al cinto; / si no cayó, fue
porque Dios es bueno.” En Momotombo: “¡Con un alma volcánica entré en la
dura vida, / Aquilón y huracán sufrió mi corazón / y de mi mente mueven la
cimera encendida / huracán y Aquilón!”. Anduvo “Entre la catedral y las ruinas
paganas / vuelas, ¡oh, Psiquis, oh, alma mía!”- Entre las dudas: “En mi
desolación me he lanzado a Dios como a un refugio, me he asido de la plegaria
como de un paracaídas” y en El oro de Mallorca: “a medida que el
tiempo pasaba iba sintiendo una flojedad de fe que le inquietaba”. “Dios no es
sino una gran Voluntad que penetra todas las cosas por la naturaleza de su
intensidad. Yo creo en ese Dios”. (Diario de Centro-América, 1915; El
Bardo eterno).
Este san
Rubén Darío -como lo llamó el poeta hondureño Rafael Heliodoro Valle-,
es consecuencia de su tiempo, logró hacerse a partir de sus circunstancias,
digirió y superó la adversidad, se formó mental, emocional y culturalmente
durante su niñez y adolescencia en León de Nicaragua y de allí se atrevió a
lanzarse al mundo para alzar su voz. Su canto fue contagioso: “El canto más
alto del idioma”, -dijo Neruda-, capturó la atención de las generaciones de
ayer y de siempre, conquistó la inmortalidad.
Por eso es
un referente ineludible y actual.
Principales fuentes bibliográficas:
·
Bautista
Lara, Francisco Javier. (2021). El Bardo eterno. Rubén Darío, poeta
universal de Centroamérica. Compilación y notas. Edición conmemorativa.
Bicentenario de la Independencia de Centroamérica. LEA Grupo Editorial,
Managua, enero de 2021.
·
Darío,
Rubén. (1988). Edición del centenario. Editorial Nueva Nicaragua. Companic,
Managua, Nicaragua, febrero de 1988.
·
------------------.
(1988). Historia de mis libros. Editorial Nueva Nicaragua. Colección
Azul. Compañero. Managua, Nicaragua, marzo de 1988.
·
------------------.
(1994). Los raros. Biblioteca clásica y contemporánea. Editorial Losada SA
Buenos Aires, Argentina. 1ra. edición: septiembre 1994.
·
------------------.
(2005). El viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical. Ediciones
Distribuidora Cultural, Managua, Nicaragua. 3ra. reimpresión, marzo de 2005.
·
-----------------.
(2005). Cantos de vida y esperanza. Los cisnes y otros poemas. Edición
facsimilar de 1905. Ediciones del Centro Nicaragüense de Escritores. PAVSA,
Managua, noviembre de 2005.
·
------------------.
(2007). El canto errante. Editorial Amerrisque. Biblioteca Dariana.
Serie: Azul. Impresiones y Troqueles, SA, Managua, 2007.
·
------------------.
(2008). Autobiografía. Editorial Amerrisque. Biblioteca Dariana. Serie:
Azul. Impresiones y Troqueles, SA, Managua, 2008.
·
------------------.
(2013). El oro de Mallorca. Edición y notas de Pablo Kraudy. Academia de
Geografía e Historia de Nicaragua, Managua, 2013.
·
-------------------.
(2013). Abrojos y Rimas (1887). Ediciones Distribuidora Cultural, Managua,
Nicaragua. 1ra. edición, octubre 2013.
· ------------------. (2015). Prosas profanas. Ediciones Distribuidora Cultural, Managua, Nicaragua. 20va. Impresión, abril de 2015.
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