DEL FOLKLORE YOREÑO. EL PICO PIJOL
Max Sorto Batres*
En la parte meridional
del departamento de Yoro se extiende la importante cordillera de Sulaco,
sobresaliendo como cumbre más alta el Pico Pijol, al suroeste del pueblo de Morazán,
a una elevación de 2,330 metros sobre el nivel del mar.
De este macizo montañoso
se tejen muchas leyendas, según el decir de las gentes en la parte mas alta del
Pijol y que le llaman La Toronja, hay arboles frutales y una laguna que
contiene peces. En este cerro nace un rio llamado Jacagua. Cuando el “FIFI”
hubo grandes derrumbes y el rio despedía una substacia aceitosa, por lo que se
supone exista algún yacimiento petrolífero. Los inditos de antes decían que el
Pijol se comunicaba con el cerro de Ayapa, por el hecho que los dos cerros
tiemblan al mismo tiempo.
Hay aquí vestigios
de pueblos indígenas. Se encuentran vasijas de barro, piedras de moler y
objetos con figuras humanas. Abundan animales salvajes y aves de vistosos
colores, entre ellas el quetzal. A los cazadores les es permitido comer allí de
sus presas, mas no pueden llevar nada a sus casas, pues corren el riesgo de
perderse. De la aldea de Paya se perdieron hace diez años tres tiradores; con
el tiempo los encontraron muertos y se cree que murieron de frio, pues el lugar
es bastante helado y los cuerpos se conservan enteros. Además de los cuerpos, encontraron
las armas y animales que habían cazado. Los perros que los acompañaban se
salvaron y salieron a los pocos días.
Son muchas las
personas que han tratado de escalar el cerro, pero no han podido llegar a la cúspide,
pues domina el temor de perderse. Aseguran los nativos que hay en esa parte
montañosa del Pijol una hierba que tiene la propiedad de desorientar a la
gente, a esta hierba le llaman NO TE VEO, y los que se aventuran montear el
Pijol al sentirse perdidos, solo tiene que decir: YA TE VI, y de inmediato
salen al limpio o al camino.
Y cuentan los
venerables ancianos, que el Misionero Subirana pronosticó un gran desastre que
cuando Dios mirara que la gente era ya insoportable, haría que el cerro Ayapa
estallara en fuego y el Pijol en agua, con amenaza de perderse toda la costa
norte, y que la salvación la encontrarían en la zona de Yoro.
Mas de algún prófugo hizo estancia en el Pijol, pero luego tuvo que abandonar ese lugar por el acecho de las fieras o la inclemencia del tiempo o porque cuando tiembla El Pijol, da la impresión que se derrumba todo el sistema montañoso de Sulaco.
Fuente: Tiempo, 1976. Cortesía J. Franklin Mayorquin Lanza, Facebook Remembranzas del Ayer.
*Max Sorto Batres nació en Olanchito el 29 de mayo de 1922. Curso estudios secundarios en Tegucigalpa e inicio estudios de derecho en la Universidad de Honduras, interrumpidos por la crisis política de 1944. Regreso a Olanchito donde ejerció la docencia y el periodismo, destacando como un valioso corresponsal de Radio América al lado de Santiago Saybe Mejía. Falleció su ciudad natal el 15 de noviembre de 2006.
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