Contracorriente: TRUMP, EL CONVICTO PRESIDENTE

 Juan Ramón Martínez

El viernes 10 el juez Merchan dicto sentencia en contra de Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos. Lo ha declarado culpable de 34 cargos y aunque no le ha impuesto sanción, porque fue electo presidente de la nación por la voluntad mayoritaria de los electores –cosa que nunca ha ocurrido antes en la historia de aquella nación-- dejó firmada la condena. De de modo que Trump sera el primer gobernante convicto que ocupa la Casa Blanca. A Trump no le ha gustado para nada. Pero aunque sus abogados tienen la opción de recurrir la condena impuesta por el Juez Merchan, es muy poco probable – casi imposible que se modifique – lo que nos parece un equilibrado ejercicio jurídico frente a la voluntad mayoritaria de una sociedad que aunque estaban condenado por un jurado, votaron por el; y lo hicieron presidente por segunda vez.

Es importante conocer la decisión del juez Merchan. “Nunca antes se había presentado a este tribunal un conjunto de circunstancias tan singular y notable. Una vez cerradas las puertas de la sala, el juicio no fue único, extraordinario o diferente que otro. Lo que si se presentaba como extraordinario, es la imposición de la sentencia, dado que Trump es el presidente electo. Para ser claros, las protecciones otorgadas por la oficina o el presidente no son factor atenuante. No reducen la gravedad del delito, ni justifican en modo alguno, su comisión. Las protecciones son, (que) sin embargo un mandato legal en virtud del Estado de Derecho, este tribunal debe respetar. Y entre esas protecciones no esta la de anular el veredicto de un jurado sobre el ciudadano Donald Trump. Pero dado que que los votantes lo han elegido presidente, esto influye en la sentencia”.

“Es a través de esa lente y esa realidad que este tribunal, -- siguió diciendo Merchan-- este Tribunal ha determinado que la única decisión legal que le permite la ejecución de la sentencia condenatoria sin invadir el cargo mas alto de la tierra es una excepción incondicional que la legislatura del Estado de Nueva York ha determinado que es una sentencia legal y permisible por el delito de falsificación de registros comerciales en primer grado. Por lo tanto, en este momento, impongo esa sentencia señor por los 34 cargos. Le deseo suerte en su segundo mandato” concluyo.

Trump reaccionó disgustado. Cosa natural. Aunque el juez no le dictó pena de cárcel o pago de multa, ha confirmado la decisión del jurado. Y ello es una mancha sobre la conducta de un político como Trump. Lo convierte en el primer convicto que ejerce el Poder Ejecutivo de los Estados Unidos. Con indudables repercusiones en el ejercicio del liderazgo que se imagina representar en su país y en el mundo. No ha ido a la cárcel, no porque el juez Marchand le haya hecho favor, sino porque encarcelar a Trump constituiría una obstrucción al ejercicio de la voluntad de los ciudadanos que dentro de un proceso electoral – pese a su reputación moral -- lo eligieron gobernante.

Las personas, las instituciones y también las naciones, tienen el respeto que reciben como fruto de su poder y del reconocimiento que le dispensan las demás personas o gobernantes. Estados Unidos goza en este momento del respeto de la mayoría de las naciones del mundo, tanto porque tienen miedo a su fuerza; como porque le guardan confianza por su estabilidad. Y por los valores morales que pregona. El uso generalizado del dólar como moneda de seguridad es un ejemplo de esto ultimo, porque de otra manera no se podría explicar que la mayor parte de las reservas mundiales estén en dólares una vez abandonado el patrón oro. Si fuera solo por poderío militar ahora, la mitad del mundo tendría sus reservas en “yuan”; y ello no es así. Se llama respeto.

Que Estados Unidos tenga un presidente condenado no solo es la prueba de como deriva el curso de esta nación, sino ademas, indicación del deterioro de una sociedad que ha sido respetada no solo por las cañoneras sino que por los valores morales de sus gobernantes y su población. Por ello Trump no tendrá el respeto que corresponde al cargo, porque le hará falta la fuerza moral. Contradictorio para un líder de una sociedad puritana que exhibe una conducta alejado de los valores religiosos, en donde se anclaron las visiones de los fundadores de los Estados Unidos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

WikiLeaks: Las Reflexiones Completas del Embajador Ford sobre “Mel” Zelaya.

Contracorriente: LOS “HIJOS” DE MEL, ¡ENSILLAN SUS CABALLOS!

Contracorriente: JOSE ERNESTO HIJO, COMPAÑERO Y AMIGO.