Cosas del español (31): ¿YÉRSEY O JERSEY?
Ambas opciones son igualmente correctas. Yérsey es una forma exclusiva de América, mientras que se usa jersey en España y también en algunos países americanos. Lo interesante es que estas dos voces ejemplifican la doble vía de adaptación de los extranjerismos al español (en este caso, la voz inglesa jersey), con el fin de adecuarlos al sistema lingüístico de nuestra lengua.
En yérsey se ha producido una adaptación gráfica: se conserva la pronunciación de la voz inglesa y se adapta su ortografía a los criterios del español. Esta es una adaptación aproximada, porque resulta mas fiel a la pronunciación original la variante yersi, que también puede encontrarse en América. En todo caso, es la opción mayoritaria y la que se sigue también en yonqui (del inglés junkie) o yute (del inglés jute). O en futbol (del inglés football), champú (del inglés shampoo), champán (del francés champagne), líder (del inglés leader) … La lista es interminable. En ocasiones, la adaptación ortográfica es innecesaria (set, airbag) o solo es preciso añadir la tilde correspondiente (córner, máster).
En jersey, por el contrario, la adaptación ha sido fonética: se conserva la grafía original, pero adaptándola a la pronunciación española. Aunque esta solución es menos frecuente, es la elegida en jade (pronunciado [yád] en francés) o gay (que se pronuncia [géy] en inglés). También en iceberg, pero solo en España, porque en América se emplea como extranjerismo crudo y se pronuncia [áisberg], como en lengua inglesa. En ocasiones, es necesario adaptar minimamente la grafia etimológica: bafle (del inglés baffle [báfel]), puzle (del inglés puzzle [pásel]).
Lo normal es que, bien de forma espontánea, bien a través de las recomendaciones de la Real Academia Española, se opte por una u otra alternativa, pero el caso que da titulo a este capitulo no es único. Otros dobletes de este tipo son pijama/piyama (del inglés pyjamas), banjo/banyo (del inglés banjo), crep/crepe (del francés crépe), póney/poni (del inglés pony) o bacón/beicon (del inglés bácon).
Caso habitual es el de las voces francesas terminadas en -et: chalé/chalet, bufé/bufet, carné/carnet. La terminación no resulta natural en español, de modo que no hubiera sido descabellada la incorporación de una e final de apoyo en la grafía original, como en ese chalete humorístico que circula por ahí (dando origen a una pareja del tipo tique/tiquete [del inglés ticket]).
La tendencia es adaptar siempre la grafía a la pronunciación.
(Fuente: Nunca lo hubiera dicho, Taurus, Madrid, Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, págs. 89 y 90).
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