Cosas del español (35): LOS PLURALES SINGULARES
La voz talibán procede del persa talibán, forma plural de talib (´estudiante´), y este, del árabe talib (´buscador de conocimiento´). Se trata, en árabe, de un plural morfológico. Aunque en un primer momento existió cierta vacilación y se utilizó en español como palabra invariable, con sentido singular y plural, acabó regularizándose el uso de talibán como singular, creando a partir de esta forma un nuevo plural: talibanes. No es un caso único: muyahidín y fedayín son también plurales en árabe, y tuareg, en bereber.
Esta errónea atribución de numero se produce, en particular, en los prestamos de lenguas en las que no se identifica claramente la marca de plural. En italiano, con carácter general, se emplean las desinencias -i (para el masculino y algunos femeninos) o -e (para el femenino) en la formación de los plurales. Spaghetti es el plural de spaghetto (un diminutivo de spago [´cordón fino´]). Que el término en singular se utilice con muy poca presencia contribuyó de forma decisiva a que en español la forma plural fuera reinterpretada como singular, dando después el plural regular espaguetis.
Lo mismo sucede con los nombres de otros tipos de pasta, como ñoqui (de gnocchi, plural de gnocco) o ravioli (de ravioli, plural de raviolo), y con sustantivos pertenecientes a campos semánticos distintos, como confeti (de confetti [´confites´], plural de confetto). Esta también presente en casos en lo que el termino italiano aun se encuentra en vías de adaptación. Ejemplo de ello es la voz paparazzi, un italianismo que se usa en español como singular, pero que se corresponde con el plural de paparazzo. Esta palabra, como otras todavía no integradas del todo en el sistema del español, presenta ciertas peculiaridades. Conserva la ortografía italiana, pero morfológicamente está sometida a vacilación, ya que alternan el plural invariable y la forma paparazzis.
Se da alguna anormalidad de este tipo entre las palabras derivadas del latín. Es el caso de adenda (´apéndice, sobre todo de un libro´), voz que procede de addenda (´lo que ha de añadirse´), plural neutro del gerundio de addere (´añadir´). El singular latino correspondiente sería adendum, como en inglés. Lo que no resulta adecuado es hablar de «una addenda», ya que este término tiene en latín un valor plural.
(Fuente: Nunca lo hubiera dicho, Taurus, Madrid, Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, págs. 99 y 100).
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