TERESA Y LAUREANO GUERRA, UNA PAREJA EMBLEMÁTICA DE LA LIMA
El Macho “alpha” a sus 85 años se despierta temprano y entre tazas de café observa la cotidianidad de dos colibríes que residen entre las flores de su jardín. Su esposa la poetisa cerró su salón intelectual decorado con muebles antiguos , acentos de tapetes de croché y memorabilia familiar como en la sala de Clara, en la novela La Casa de los Espíritus que empolvada por su dimensión y momento en una pandemia puede esperar hasta que todo pase para volverla a abrir.
Nos sentamos a conversar con la prudencia del momento en el aireado porch al estilo de las casas de rumor de bananal, hasta que tres horas más tarde una invasión de zancudos nos hizo levantarnos en el clímax de una tarde con historia, poesía y el tiempo de los años que ya volaron.
Ambos hijos de Honduras, los dos de esa hondureñidad de gente que sabe que la pobreza de una nación es causada por el alma desprovista de moral y cívica no por falta de “ Plata” en el bolsillo.
Teresa Cubas Baide ganadora de los Juegos Florales de un concurso de poesía nacional es todavía “Mujer” en otoñal belleza, Laureano Guerra Torres su esposo el patriarca juvenil nacido bajo el signo zodiacal de “Cancer “ que lo describe tal cual, el más tierno padre, el proveedor de infatigables jornadas como “Mandador” ejecutivo de 60 años de servicio en la histórica Compañía, que nota la escarcha en su pelo con la dignidad de misiones cumplidas que todavía hábil y sereno con su machete poda grama, siembra ácodos , produce aguacates y cuenta que el nombre de Carias fue y debe de ser sinónimo de La Paz que hizo a Honduras crecer vertiginosamente en 60 años de la selva a la urbanidad.
Teresa me relato de su pasión por los escritos del poeta Chileno Pablo Neruda, Laureano de sus años de colegio en El Vicente Caceres de Tegucigalpa y de una ráfaga de ametralladora cerca de la salida al río Ulúa donde un militar enardecido en los años años sesentas hizo correr putas, cantineros y clientes del antro donde departía con sus amigos en la Zona Roja de El Progreso.
La tarde comenzó a caer, los sonidos de vecinos conversando regresando a casa después de las cinco reveló un vecindario animado , con cautelas y todavía en esencia un barrio civilizado.
Laureano era hijo de un gallego que se montó de polizón a los catorce años con dirección a Cuba y de una niña salvadoreña que junto a su familia caminaron desde San Salvador los kilómetros incontables hasta que llegaron a Finca La Trece cerca de la Lima , Honduras , donde y en su plena sensualidad de adolescente conoció al gallego ya un hombre experto en ferrocarriles con quien hizo matrimonio naciendo Laureano y su hermana Ludivina, don Francisco ( Pancho) Guerra Villar y Natividad Torres hicieron fortuna y la invirtieron bien.
Teresa es la nieta de la poetisa e insigne dama de la Hacienda de Chalchuapa en el Negrito , Yoro , cuya encumbrada pluma la describe como: Teresa Morejon Nolasco la esposa de Luis Bogran Barahona, culta y refinada primera dama de Honduras de pródiga inspiración y extensas vivencias en el mundo de la política y la historia de nacional.
Salí de ese encuentro rejuvenecido, los últimos temas de la conversación versaron sobre Paco de Lucía el dueño del Duende y la magia en las manos de su guitarra flamenca, que de regreso a casa y cruzando con los faroles encendidos de mi auto por que ya las seis y media de la tarde estaba el panorama de la carretera hacia El Progreso entre sombras y entonces sintonice en el YouTube de mi auto a la voz de la faraóna de la rumba flamenca Lola Flores con su magistral interpretación de “ Ay Pena , Penita Pena , Pena de mi corazón ” con un Olé en el alma por Teresa y Laureano.
La pareja y su sublime individualidad matrimonial, memorabilia de su casa, el orgulloso Pabellón Nacional único expuesto en La Lima en la Zona Americana, doña Naty y Don Pancho.... y Tere y Laureano en el momento después de casi 7 meses de sanidad física y mental... para los dos... un Ole... con mi alma transpuesta a mi cueva en Granada donde El poeta Español Federico García Lorca... escribió tal como si hubiese sido límeño.. Verde que te quiero Verde... verde Zona, verdes campos y una pareja siempre verde.
Excelente escrito de uno de los orgullos de El Progreso, Yoro.
ResponderBorrarSe perdona algunos ínfimos errores gramaticales, justificados por la rapidez de escribir y no hacer el espacio de tiempo necesario para evitarlos.
Con Guillermo Mahchi fuimos compañeros en el bachillerato, en el San José, colegio josefino de reconocida trayectoria.
Mis saludos genuinos para él.
Félix Gerardo Valerio