Mirador: REY DE HONDURAS
Juan Ramon Martinez
Ninguna sociedad, humana o animal, opera sin leyes. Hay muchos ejemplos de sociedades que no tienen gobierno central y que su funcionamiento es de las comunidades en que todos participan. En otros la participación es representativa. Pero en todas priva el respeto a la ley. Si revisamos las sociedades actuales, su bienestar y grado de seguridad, tiene que ver con el cumplimiento de reglas y disposiciones que van desde la regulación de la vida en el hogar, el trato informal en la calle y las relaciones entre los individuos y las autoridades, sean estas locales, regionales o nacionales.
Estas reglas, conocidas también como leyes, van desde las formas del saludo, el uso del sombrero, los derechos de ingreso a las casas o edificios, los horarios en que circulan los transportes públicos, los lugares de las paradas, silencio frente a hospitales, la velocidad ante las escuelas, los salarios, la elección del alcalde municipal, los diputados, el presidente de la república hasta las obligaciones que tienen cada uno de ellos, y que en conjunto se llaman competencias. En una primera conclusión, a más desarrollo, seguridad y bienestar de la población, mayor respeto a las reglas e imperio del estado de derecho.
Este concepto de estado de derecho o principio de legalidad es fundamental. Trump por ejemplo, ha tomado muchas decisiones. Algunas dudosas de legalidad, han sido vetadas por los jueces. Es decir que el poder presidencial, por más popular o fuerte que sea debe operar dentro de la ley. De lo contrario, se vuelve en contra de la vida de los ciudadanos. En Alemania, una autoridad constitucional, ha determinado que la existencia del principal partido de oposición es un peligro para la paz, por sus posturas que recuerdan un periodo obscuro y vergonzoso de su pasado y ha declarado su ilegalidad.
En Honduras, desde 1982 se estableció un estado de derecho basado en el cumplimiento de la voluntad popular. En 1985, Suazo Córdova mediante un grupo de políticos, creo la primera crisis de irrespeto a la Constitución. La intervención de las FFAA, evito el problema y se resolvió con el consentimiento de todos.
En 2009 el irrespeto a la ley fue mayor. El presidente de la República, declaró que la Constitución era inadecuada y que había que cambiarla. Pero la Constitución es inderogable y menos los artículos llamados pétreos, relacionados con el territorio, la forma de gobierno y la continuidad presidencial. Obstinado el gobernante, irrespeto la decisión de un juez que señaló que la consulta popular convocaba para derogar la Constitución era ilegal, provocó que la Fiscalía y la Corte Suprema lo encausaran y capturaran por violar la ley. El delincuente fue capturado por las FFAA. El resultado todos los conocemos.
En una segunda embestida, la práctica ahora es el irrespeto a la ley. Se han instrumentalizado las instituciones y la lealtad hacia los titulares del gobierno, dándose los primeros pasos para destruir la República e iniciar la dictadura, irrespetando la ley y provocando la revuelta general. Este camino que nos lleva a la inseguridad, no hay forma de ser enmendado. En el pasado las FFAA tenían la responsabilidad de asegurar el estado de derecho. Ahora, están sometidas a la voluntad del mando y hacen sus oficiales lo que este decide.
La candidata presidencial del PRL, no puede ser Secretaria de Defensa. Debe renunciar seis meses antes. No lo ha hecho. Posiblemente no la hará. Confirmando que el proceso electoral necesario para la sucesión presidencial está en peligro. No se respetan las reglas y las leyes, sino que se impone la voluntad de un hombre que se ha convertido en un Rey de Honduras.
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