Cosas del español (45): BUSCANDO A VOS
Uno de los rasgos más característicos del español de América, en particular del área del Río de la Plata y de Centroamérica, es el voseo, es decir, el uso del pronombre vos como forma de tratamiento para la segunda persona del singular. El voseo americano es propio del trato de confianza y a menudo lleva aparejadas variantes especificas en la conjugación verbal, procedentes de las antiguas formas de segunda persona del plural: ¿Vos qué opinás?, lo que no ocurre en todos los casos: Vos tienes la culpa. El asunto resulta muy complejo, ya que hay muchas variedades dialectales en las que el voseo tiene grandes peculiaridades.
Históricamente,
el voseo, que ha sido sometido a una importante presión normativa, ha sido, al
mismo tiempo, combatido y denostado. En las obras de Andrés Bello o de Rufino
José Cuervo encontramos frecuentes debates sobre él. En Argentina, donde su uso
esta generalizado, se normalizo en la enseñanza en época reciente. En la
actualidad, es la forma general del trato de confianza en Argentina, Paraguay,
Uruguay, Chile, Bolivia, Costa Rica, Nicaragua y algunas áreas de Colombia,
Venezuela y Ecuador.
El
voseo es un arcaísmo. En la Edad Media, vos era el tratamiento
cortés, de respeto. Primero, entre la nobleza, y después, entre iguales de toda
condición. Se usaba tú (forma procedente del latín clásico, donde
el vos se reservaba para varias personas) para dirigirse a los
inferiores y a los niños, así como a adultos en contextos de confianza. Lo
cierto es que el pronombre vos murió de éxito. Su uso se extendió
tanto que acabó considerándose poco adecuado para el trato de respeto, de modo
que desde finales del medievo comenzó a emplearse alternativamente vuesa
merced (que evolucionaria después hacia usted: vuesa merced
> vusted > usted), forma que se generaliza en
el siglo XVII.
En la
primera mitad del siglo, gramáticos como Ambrosio de Salazar informan de que
coexisten «cuatro maneras de cortesía en nuestra lengua: una de vuesa
merced, otra de él, otra de vos, otra de tú»,
y de que vos se emplea «con gente de menor estado» (Espejo
general de la gramática en diálogos [1615]). El conocido gramático
Gonzalo Correas, por su parte, puntualiza que se usa para dirigirse «a criados
y mozos grandes, y a los labradores y gente semejante», así como «entre amigos
donde no hay ni gravedad ni cumplimiento» (Arte grande de la lengua
castellana [1626]). Sebastián de Covarrubias sostiene en su diccionario
que «no todas veces es bien recibido».
El
pronombre de cortesía paso a ocupar una posición intermedia en el sistema de
tratamiento (con vuesa merced y tú en los
extremos), presentando limites cada vez menos precisos, lo que favoreció su
desaparición en España, donde, a principios del siglo XVIII, casi se había
perdido por completo. Solo se conservó el voseo reverencial, que, aunque
también está en declive, todavía se emplea en el trato con el rey y otras
personalidades: Vos tenéis la ultima palabra, majestad.
Sin embargo, pudo pervivir en amplias zonas de América, en especial donde la
presencia española era menos significativa, las mas alejadas de las capitales
virreinales y de las universidades y otros centros de irradiación cultural.
(Fuente: Nunca lo hubiera dicho, Taurus, Madrid, Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, págs. 122,123 y 124).
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