Contracorriente: MARTINEZ AMADOR, MILITAR DEMOCRATA

 

Juan Ramón Martínez

Le conocí una mañana, cuando me nombraron profesor en las Fuerzas Armadas. Lo encontré casualmente. Me abordo y desde el primer momento supe que era un ser humano atento, que escuchaba al otro; y que estaba comprometido con el servicio. No parecía militar. Recordaba a un ex piloto de la Fuerza Aérea; o un capellán castrense: suave al hablar, preciso en las palabras, sin levantar la voz; y siempre mirando al interlocutor.

Soy el coronel Martínez Amador – dijo -- y estoy para servirle. Me explico que no podía enseñar a los jóvenes oficiales, sino tenía una orden especifica del superior respectivo. Que los cupos de profesores estaban completos, el periodo ya había empezado; y que mejor me agregara a la Comisión de Asuntos Estratégicos de la que era coordinador. Puede ayudarnos más, aportando experiencias como docente, escritor, historiador y analista político. Fue tan lógico que, asentí. Me dio un día y me señalo un lugar donde se reunía la Comisión para que me integrara. Después enseñe en el CDN y en la Universidad de la Defensa.

Regresé contento porque iba a iniciar una tarea en la que podía trabajar en área desconocida. Y que podría aprender más. Originario de una ciudad en donde no reclutaban, no había hecho el servicio militar; y la vez que llegaron al “Francisco J. Mejía” a ofrecer una beca para efectuar estudios militares en Venezuela, no vacile un minuto para decir que no, porque no estaba interesado en una carrera militar. En aquellos años, los militares no tenían para hombres como yo, mucho atractivo. Sabía que mis intereses, entonces, iban por otro camino.

Martínez Amador me impresiono. Era un intelectual, un oficial impecable, demócrata convencido; un hombre correcto y de un nivel nunca antes visto. Poco tiempo después, ya integrado en la Comisión, vi sus habilidades para dirigir grupos, sus méritos como docente y conocí que era miembro de la X Promoción de Oficiales, que había comandado batallones, y una brigada. Fue director de la Escuela Militar donde se había graduado en 1970 y Secretario General del Ministerio de Defensa. Y que había cursado la carrera de derecho en la UNAH. Todo un personaje que, por su caballerosidad, me pareció una mezcla de piloto de combate y capellán con experiencia en paracaidismo.

Un tiempo después, de regreso del entierro de Cesar Elvir, ex canciller y miembro distinguido de las Fuerzas Armadas, Martínez Amador me confió: “es que yo, tengo formación católica como usted”, me dijo, “porque estuve en el Seminario con planes de hacerme sacerdote”. De allí salió a la Escuela Militar. “Como las dos tienen los mismos protocolos de conducta, jerarquía y subordinación, he podio mezclar ambas cosas”, me dijo riéndose. Nunca olvido que en sus ojos vi registrada una de las mayores sorpresas que me ha dispensado la vida.

Durante más de quince años trabajamos juntos. Nunca le oí levantar la voz, decir una expresión vulgar; ni siquiera contar un cuento subido de tono. La vida dura de la carrera militar nunca lo deshumanizo; ni lo volvió intolerante. Claro, no desentonada porque en la Comisión también había hombres de similar talla académica. Algunos eran generales. Él era un líder nato con el cual, uno sabía que estaba coordinado por un conductor seguro hacia el éxito y la satisfacción.

Recuerdo en esta hora en la que faltan hombres como el en la dirección de las Fuerzas Armadas, algunos nombres de personalidades que formaron parte de la Comisión de Asuntos Estratégicos que ahora, Roosevelt Hernández ha desmantelado, negándose al beneficio que gozaron sus antecesores de contar con valiosas reflexiones, estudios puntuales sobre temas nacionales fundamentales y recomendaciones de un grupo de hombres brillantes, dirigidos por Martínez Amador: Marco Antonio Rosales Abella, Wilfredo Sánchez Valladares, Guillermo Pinel, Francisco Bustillo Murcia, Francisco Zepeda Andino, Cesar Elvir, Luis Alonso Maldonado, Jorge Andino, Marco Bonilla Reyes, José Luis Núñez, Luis Velásquez, Gerardo Aceituno, Juan Pablo Rodríguez, Miguel Tosta Appel, Abraham García, Carlos Alemán Y otros profesionales valiosos de los que aprendí nuevas metodologías para buscar la verdad.

El fallecimiento de Martínez Amador, nos deja huérfanos de un líder indiscutible. Sin el amigo fraterno y el hermano cristiano, unificador y prudente en el manejo de los consejos, constructor de relaciones democráticas; y divulgador de recomendaciones urgentes. Nos hereda su amor por Honduras, confianza en las FFAA, fe en la democracia; y seguridad que, en las dificultades, siempre encontraremos soluciones a los problemas nacionales.

Comentarios

  1. Increible ser humano mi coronel Martinez Amador.

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  2. Cómo cuñado y amigo de hace 6 décadas _ manifiesto, las palabras aquí vertidas ... Nos llenan de nostalgia, innumerables recuerdos y orgullo personal.
    Agradezco en nombre de toda nuestra familia.

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  3. Tuve el honor de conocerle, un gran señor un gran ser humano de respeto, pide cuidarlo en su padecer y fue un honor. Hasta el cielo besos y abrazos gran señor ! Siempre lo recordaremos bonito !
    Sus tres hijos los extrañan muccchhooo JM, ME y EJ

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  4. Mi persona favorita ! Así le decía yo ! Mi segundo papa, logré canalizar mi dolor de haber perdido mi padre cuidar de el me ayudó mucho pues tenía ese mismo don respeto hacia los demás y mucha solidaridad !

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  5. Muy poquito tiempo tuve el honor de conocer este gran ser humano Me impresionó su interés por todo aquel que tenía historia de superación y muy educado Gracias a Dios por dejarme conocer este gran señor

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  6. El General Martinez Amador, fue compañero de mi esposo en el Seminario, mi esposo iva más adelante ya usaba Sótano y el General era un jovencillo recién integrado al Seminario muchos años después nos encontramos en una fiesta y ambas se reconocieron y desde ese día retomaron su amistad, muy educado y generoso, el General y mi esposo recordaban sus años en el Seminario, era muy culto y su vocabulario muy especial, se notaba su formación Militar yEclesiadtica, no sabia que tambien marcho al infinito, presento.las muestras de pesar a su familia como y QEPD

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  7. Gran ser humano, en la familia el mayor de sus hermanos, un sobrino de Él, en un evento familiar, propuso que yo fuera su tío, por lo tanto mí TIO (José Martínez Amador) de inmediato comento a sus hermanos dicha propuesta y, desde ése momento me convertí como su hermano menor (agregado).
    En la familia fué gran: hijo, hermano, tío, padre, abuelo y sobrino consejero familiar.
    Que papá DIOS lo tenga en su SANTO REYNO.

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  8. Mi estimado Lic JR Martinez he disfrutado leer este artículo sobre un ser que amerita todos los elogios y reconocimientos conocidos QEPD nuestro querido amigo mentor y jefe

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  9. No hay mas palabras para expresar la calidad de ser humano y militar profesional que fue durante su paso por este mundo, de los pocos cultos, moderados en su hablar y nunca le escuché una palabra ni siquiera medianamente mal expresada. Toda mi admiración y respeto para tan distinguido Caballero.

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  10. Patentizo mi profundo respeto por este ilustre Comandante que siempre fue un ejemplo admirable como líder, y que aún en los malos tiempos nos demostró su inquebrantable fe en hacer siempre lo correcto.
    Mi más sentido pésame.
    Que descanse en paz..

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