Contracorriente: MEL, GOLPISTA PERSISTENTE

Juan Ramón Martínez Mel es el mayor peligro para la democracia. No por político “brillante”, nacido en Olancho, sino porque tiene una concepción irregular del estado, equivocada valoración de las elites; y carencia de categorías morales y compromisos patrióticos que lo limiten en la satisfacción de sus caprichos primarios. En el 2009, impidió que el Partido Liberal escogiera su candidato presidencial y ganara las elecciones. Exclusivo capricho hormonal. En 2010, en virtud de su alianza con “potencias extranjeras”, chantajeo a Honduras – arrinconada y aislada – a cambio que le regalaran un partido; y le permitieran seguir golpeando las espaldas adoloridas del pueblo que no se merece un “político” como el que los pecados colectivos, parece habernos mandado. Al que solo aquí, -“país de cobardes”- se le permite hacer lo que quiera, celebrándole como a un chiquillo sus tropelías. Mel no es un hombre honrado; ni respetuoso de la ley. Todo lo contrario. Desde niño quiso imponer sus caprichos...