Contracorriente: MEL, GOLPISTA PERSISTENTE

Juan Ramón Martínez

Mel es el mayor peligro para la democracia. No por político “brillante”, nacido en Olancho, sino porque tiene una concepción irregular del estado, equivocada valoración de las elites; y carencia de categorías morales y compromisos patrióticos que lo limiten en la satisfacción de sus caprichos primarios. En el 2009, impidió que el Partido Liberal escogiera su candidato presidencial y ganara las elecciones. Exclusivo capricho hormonal. En 2010, en virtud de su alianza con “potencias extranjeras”, chantajeo a Honduras – arrinconada y aislada – a cambio que le regalaran un partido; y le permitieran seguir golpeando las espaldas adoloridas del pueblo que no se merece un “político” como el que los pecados colectivos, parece habernos mandado. Al que solo aquí, -“país de cobardes”- se le permite hacer lo que quiera, celebrándole como a un chiquillo sus tropelías.

Mel no es un hombre honrado; ni respetuoso de la ley. Todo lo contrario. Desde niño quiso imponer sus caprichos. En Coyoles Central, Olanchito, golpeo mortalmente a “Suyapita” Cárcamo porque “no le quiso prestar un columpio”. En Tegucigalpa -estando matriculado en la UNAH-, organizó una banda para “robar” copas de llantas, y venderlas a un mecánico olanchano, que se reía del “rico” pandillero; y las arrinconaba en su taller. En el FHIS, cometió muchas irregularidades que nunca se sancionaron. Un día se le ocurrió que para ofendernos – porque es consciente de su incompetencia; no de sus debilidades morales – creyó que, como cualquier otro tonto, podía ser presidente. El primero de una familia de encomenderos coloniales, responsable de desmanes en Olancho; y sus alrededores.

El 2005 los liberales le perdonaron su falta de pupitre. Disimularon sus incompetencias. E ignoraron sus inmoralidades. Y lo hicieron candidato presidencial. Con el apoyo de Arístides Mejía – que nunca ha dado explicaciones – “gano” las elecciones. Aunque le habían amarrado las extremidades superiores, negándole el control del Congreso, pudo “volar” solo y caótico. En el poder, descubrió el oportunismo de las elites; y, la comprabilidad de los pobres. Los “adquirió” a ambos. A las primeras les dio ministerios y empleos. A los segundos les regalo dinero ajeno a manos llenas, porque entonces si había; y él, tenía las llaves. Caprichoso e infantil, quiso continuar en el gobierno fuera de la ley; y se invento con apoyo de Arturo Corrales, “la cuarta urna” y la democracia “con participación ciudadana”.

El país estaba harto y contaba con un sistema institucional sano que reacciono oportunamente y le sometió a proceso. Ordeno su captura y procedió a su expulsión del país. Muchos creyeron que Honduras se había salvado. Y que Mel nunca mas volvería sobre sus andadas.

Se equivocaron. Mel, es por naturaleza “el rey del caos”, el huracán apocalíptico, la piedra que impide la felicidad individual; y el peligro mayor para la institucionalidad y el fortalecimiento democrático. Lo dejaron volver al poder bajo las faldas de su “ofendida” mujer; y sobre los hombros de los oportunistas universitarios – enemigos de Julieta Castellanos - que el sistema económico no había podido absorber como empleados; o barrenderos de sus pulperías.

Ahora, de nuevo después del “golpe suave” con el que suprimio la independencia de los poderes del estado dominando las que pueden frenar en sus pretensiones continentales, se prepara para el ultimo asalto: el golpe del estado de derecho, la destrucción del CNE, poniendo de rodillas a Nasralla y Asfura, pagándole las “deudas” a Carlos Flores; y haciendo “presidente provisional” a Roosevelt Hernández. Logrando su gran sueño: firmar una nueva Constitución de Honduras.

Con los colectivos “revolucionarios”, - imitación de las “camisas pardas” de Hitler-, aterroriza a las autoridades electorales, arrincona a los diputados, hace llorar a las mujeres; y amenaza a los candidatos democráticos – que tiemblan detrás de las tablas, incluido Nasralla que ha sido el que menos terror muestra cuando se encuentra de frente al “nene” de Olancho, al “sobrino” de Medina y al hijo del “mata curas” de Lepaguare-, preguntándoles si hay alguna fuerza sobre la tierra que pueda detenerlo. Ellos callan.

En la desesperación, --que cunde amenazante--, entrando como la pobreza bajo las puertas, algunos creen que solo nos puede salvar el gobierno de Estados Unidos. Esperando que una tarde bajo la lluvia, un comando militar lo capture; llevándolo a Nueva York. No creemos cuentos infantiles. Mel hará con nosotros – inútiles multiplicados – lo que le dicte su caótica voluntad. Y como no teme a Dios, en su furiosa embestida; ni siquiera el Creador podrá detenerlo. ¡Virgen Santísima, sálvanos!

Comentarios

  1. Que triste realidad,la lucha es contra potestades negativas (El Demonio)solo con Dios podemos vencer. Doblemos rodillas y oremos.

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  2. Encantado y sorprendido con el contenido del editorial bendiciones

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  3. Le recomiendo la referencia de lo que es Caquistocracia y el gobierno que tenemos en Honduras.

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  4. Dios nos proteja de tanta maldad

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