CIRCULACIÓN DE MONEDAS EXTRANJERAS 1842 - 1885
Juan Manuel Aguilar Flores
En
apuntes anteriores he expresado que para la década de 1840’s no teníamos relaciones
diplomáticas con España a pesar de que en como en otros países de la región, se
seguían utilizando las viejas monedas de Castilla. También se utilizaron
conforme la siguiente nota documental monedas de Suramérica.
“...sevillanas,
Isabelinas, peruanas, bolivianas y chilenas, por el valor de dos reales pesetas
conforme se reciben en todo el Estado, manifestando que el agotamiento del
comercio corriente en la arbitraria rebaja que se ha hecho, de medio real a
cada pieza de a dos, y como yo ignoro cuál sea la causa que se haya tolerado en
aquel puerto, un abuso que necesariamente debe producir pérdidas, no sólo a los
comerciantes sino a las demás clases, me dirijo a U. para que poniéndolo en
conocimiento del Gobierno se sirva decirme en contestación, si o no es
admisible la solicitud de dicha municipalidad con tal objeto. A U. quedándole
atento servidos. Saturnino Bográn”.[1]
Esta situación también se presentó en el puerto de Trujillo en 1875[2]. Casi tres décadas después. Y la problemática no se había de resolver sino hasta el siglo XX cuando se oficializa la circulación de la moneda nacional, el Lempira.
Anteriormente al Lempira, hubo problemas de circulación monetaria, por lo que se utilizaba dinero del extranjero. El mas común fueron las monedas españolas. Los problemas tenían que ver con la administración del Estado en general. La gestión de Francisco Ferrera persiguiendo
a los morazanistas (1841/1843) y la administración de Cabañas inquietó a
Guatemala con aquello de unionismo. Asimismo, la administración de Juan Lindo fue
problemática, no es casual que se vio obligado construir la denominada fortaleza
de San Cristóbal -que no se utilizó para el fin planificado- y luego los
problemas de José María Medina, los inconvenientes de Guardiola con el cobro de
la deuda federal por parte los ingleses. El tiro de gracia a la economía lo dio
la invasión de William Walker en Centroamérica.
Tal situación histórica llegó a reunir en 1885 a los comerciantes de Omoa y Trujillo -en su mayoría extranjeros- a celebrar lo que podría considerase una cotización de monedas circulantes en Honduras. Aquí aparecen otras monedas no mencionadas, Cuarta Onza Española, Águila Americana Doble, Águila Americana, ½ águila americana (Foto), libra esterlina, el chelín inglés.
Antes del Lempira (1926) hubo considerables esfuerzos por controlar el cambio monetario. U ejemplo de ello lo hace San Pedro Sula en 1888 y la administración de Marco Aurelio Soto.
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