Contracorriente: LAS AMENAZAS DE MEL
Juan Ramón Martínez
Mel es un provocador. Tras su monumental fragilidad, deliberadamente provoca y reta las posibilidades. Siempre se corre el albur. Y por un pelo, sale adelante. En una feria de Catacamas, con un grupo de amigos pendencieros, jugó a la “ruleta rusa”; y uno de ellos, perdió la vida levantándose la tapa de los sesos. Ahora, en un proceso electoral en que los hondureños se juegan la vida, Mel apuesta y les reta que, si no hacen lo que quiere, vendrá por las calles con sus “camisas rojas”, destruyendo vidrios y atemorizando a todos. Quienes lo conocen saben que es capaz de hacerlo, porque está convencido que nadie se le opondrá. Cree que la suerte lo acompaña; o porque cree que tiene paralizado a sus adversarios, como parece ser su deseo.
Como tahúr nato, es un provocador que aterroriza con gritos al “enemigo”. Como olanchano sabe que la mitad del éxito está en paralizar al contendiente para que no reflexione, y sintiendo miedo; enfunde la pistola. Y dé la vuelta. Espera que con su amenaza de inundar la ciudad con Ceballos y sus colectivos, nacionalistas y liberales, asustados correrán despavoridos, dejándole el espacio para que celebre su triunfo, sin disparar un tiro. ¡Ceballos está “gordo” ¡
Los líderes del Partido Nacional son más fríos; y, en consecuencia, le hacen menos caso a sus bravatas. En el 2021 estuvieron a punto de ganarle – apoyando a Cálix – la presidencia del Congreso. De hecho, lo hicieron; pero a Cálix le faltó carácter; y echó pie atrás. La suerte de Mel cambió, logrando lo que hasta ahora ha conseguido: hacerse con todos los factores del poder, incluido el CNE, lo último que le falta.
El comandante exige un mecanismo de anticipación de resultados que le permita – como en Venezuela – anunciar “el éxito”, sin contar con las actas que validen los resultados. Ochoa votó a favor de lo mejor para Honduras al no hacerle el mandado a Mel. Ahora está obstinado en enmendar lo que no coincide con las “órdenes” del patrón.
Mel asusta más a los liberales que han quedado en shock después de la jugada de Ana Paola Hall, de cuya responsabilidad depende si acepta el reto; y le da gusto a Mel. O no. Si lo hace, se forjará una alianza que obligará a buscar las alternativas tecnológicas para garantizar que la firma contratada sea la más confiable, impenetrable a los mejores “hacker” del planeta. Si se doblega – natural en “su” caso que ha logrado éxito con una acción emocional engañando al liderazgo del PL – perderá la opinión pública y especialmente la de los liberales que verán en ella, una persona alérgica a las alianzas con los nacionalistas en la defensa de la paz. En caso contrario, se verá como una mujer valiente y comprometida con la democracia, con coraje suficiente para decirle que no al caudillo que más poder ha acumulado en política nacional.
Situaciones como estas pueden propiciar la ruptura y el inicio de la guerra civil. El riesgo de que los nacionalistas digan que no; y que los liberales – Nasralla y Cálix, que no le temen a Mel – se levanten, y dándole vuelta a la mesa, también es muy alto. En ese momento Mel enfrentará su destino. Si estira la cuerda provocará la ruptura con el riesgo que siendo un terreno desconocido pueda perder la partida. Todo es nuevo y los riesgos son inmensos; los resultados muy aventurados. Puede perder.
APH – impulsada por su anti “cachurequismo” emotivo originado en su ignorancia histórica – sí cede, todo estará perdido. Si le da gusto a Mel para calmarlo nadie lo detendrá. Mel se crece en cada resultado exitoso. Por ello, lo mejor para Honduras es que APH, mantenga su voto; y le haga la puñeta a Marlon.
Para su conocimiento en 1975 – en la crisis que provocó el papá de Mel con algunos militares psicópatas –, liberales y nacionalistas se unieron para obligarlos a convocar a elecciones, devolviéndole la soberanía al pueblo. Hubo “liberales” que creyeron que no se debía pactar con los nacionalistas. Los resultados mostraron lo contrario. Rodas Alvarado y Zúñiga Agustinus, se pusieron de acuerdo logrando que los uniformados volvieran los ojos al suelo; y dieran la vuelta. Así, tuvimos elecciones; y se inició el periodo que nos dio la Constitución de 1982; y procesos cuatrienales que han preservado la soberanía popular. De los que APH ha “gozado” feliz, cerca de ocho años.
Caracallo y Geta decia mi mamá MUERTO EL PERRO TERMINADA La RABIA EN tiempos de los emperadores Caracallo y Geta lo extermination a
ResponderBorrarE xterminarian diciendo muerte muerte es un enfermo maniatico lo han dejado ir muy largo
ResponderBorrarQ podemos hacer viejitos de mad de 70 años lu juventud es la llammada
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