Cosas del español (51): LOS NOMBRES DE LOS COLORES
Cuando los nombres que designan colores (blanco, rojo, azul, verde, amarillo, negro) complementan a un sustantivo, funcionan como adjetivos plenos y concuerdan con él en genero y numero: pantalones azules, camisa blanca, campos amarillos.
Otro
tipo de nombres, los que proceden de materias u objetos -muchos de ellos
flores, frutos o piedras preciosas- se caracterizan por una tonalidad peculiar,
se identifican con ella y acaban dándole nombre: naranja, rosa, lila,
violeta, cereza, esmeralda, salmón, mostaza, perla. Cuando estos
nombres de color acompañan a un sustantivo, pueden o no concordar con él. Es
decir, en unos casos, se comportan como adjetivos: balones naranjas,
pañuelos violetas, en otros, como sustantivos en aposición: balones
naranja, pañuelos violeta.
En las
ocasiones en que estos nombres de color se hallan a su vez modificados por otro
o por un adjetivo (claro, oscuro, fuerte, pálido), lo habitual es
que ambos elementos se mantengan en singular y en masculino: flores rojo
oscuro, toldos rosa pálido, cristales verde botella. Por tanto, rojo,
rosa y verde se comportan como sustantivos en aposición.
Se dan
a veces concordancias del tipo ojos verdes claros, que plantean
algunos problemas lingüísticos como la ambigüedad: ¿son claros los ojos verdes
o es de color verde el que es claro?
(Fuente: Nunca lo hubiera dicho, Taurus, Madrid, Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, págs. 133 y 134).
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