Contracorriente: TIEMPO DE ODIO E INCERTIDUMBRE
Juan Ramón Martínez
En
1954, otra vez tres candidatos: Ramón Villeda Morales, Tiburcio Carias Andino y
Abrahán Williams Calderón. El Congreso no quiso con sus obligaciones jurídicas
y se produjo la ruptura del orden constitucional; pero afortunamente no fue a
la guerra porque entonces, se habían profesionalizado las Fuerzas Armadas en
virtud de un tratado con los Estados Unidos.
En
noviembre 30 iremos a elecciones con tres candidatos: Nasry Asfura, Salvador
Nasralla y Rixi Moncada. El Congreso no tiene que decidir el ganador, sino que
el CNE; y no será necesaria la mayoría absoluta que se había reclamado en las elecciones
reseñadas anteriormente. La diferencia con las elecciones de 1954, es que las
Fuerzas Armadas que entonces evitaron la guerra, ahora están peligrosamente
escoradas hacia el partido de gobierno; y su candidata en las encuestas no
parece contar con el favor de la mayoría del electorado. Se anticipa, ante la
falta de declaraciones de obedecer la voluntad de las urnas cualquiera que esta
sea, que los hombres de uniforme, se inclinaran en favor de quien no tiene la
mayoría; usando la fuerza para compensar el vacío popular. Y hacerla “ganar”.
Ello
puede alimentar una crisis que derive en una revuelta armada – que no hay que
descartar porque la naturaleza humana se centra mucho en este recurso extremo –
en la derrota del gobierno de Castro y la supresión de las Fuerzas Armadas,
sustituyéndola por una entidad de confianza y distante del trafico electoral y
del manoseo actual del poder. Todo es probable.
La
historia de los hechos del pasado, tiene como finalidad entender como fueron
las cosas, la forma como reaccionaron los protagonistas; y los resultados de
las luchas irracionales.
No
hay estudios sobre el nivel de odio que se dio entre los hondureños en los años
1902, 1924 y 1954. De este último acontecimiento, parece que la clave además de
las Fuerzas Armadas, la aportó Ramón Villeda Morales que, renunció a la guerra;
y más bien, ofreció su brazo generoso para el regreso ordenado al régimen de
derecho. Desafortunadamente, Gálvez y Lozano, le fallaron al país. El primero
jugo a las escondidas. El segundo se embarcó en un proyecto continuista que los
militares, frenaron en su primera incursión en la vida política, dando el
primer golpe de estado militar de la historia. Se ignora si para garantizar la
paz del país; o para resolver sus propias diferencias, en vista que entre ellos
había por lo menos tres grupos que, conspiraban en contra del Jefe de Estado
Julio Lozano.
Ademas
hay algunas diferencias: ahora el país tiene una población mayor. Los sistemas
de comunicación son más efectivos y los mensajes – positivos y negativos – llegan
más rápido a las mayorías. De modo que si, tomamos el pulso del lenguaje que se
usa entre los políticos, las palabras que intercambian; y el tono con que se
pronuncian especialmente las que se originan en la estrategia del partido
oficial, favorecen la confrontación y estimulan el odio, como nunca antes lo
habíamos visto.
Rodas
Alvarado en 1963 decía que las puertas de “su gobierno” estarían abiertas para
los nacionalistas; “no para que entraran sino para que salieran”. Ahora, Rixi,
con un odio que no habíamos oído antes, dice que “la dictadura no volverá” y que,
sin ellos, nada puede operar pacíficamente en Honduras. Quieren seguir
empleados, eternamente pegados al presupuesto. Discusión eterna entre políticos
hondureños.
Si
el resultado no favorece al PLR, ¿habrá guerra? Y si gana, ¿dictadura y pobreza?
Estamos atrapados. Y el “caudillo” drogado, a caballo.
El odio, ira y resentimiento sólo impera en los politiqueros de Libre y entre uno que otro obsesionado, por continuar favoreciéndose de los recursos financieros del Estado. La única solución es votar por el Partido Liberal. Viva mi patria querida Honduras!!
ResponderBorrarContra quien una guerra? No hay quien la financie de parte de la oposición y el narcotrafico esta con libre tampoco lo aria, la práctica de joh es la que podemos vivir la fuerza comprada en el CNE, la CSJ y el CN
ResponderBorrarEn una confrontación participaría El Salvador y Nicaragua, seríamos la Ucrania, perdiendo territorio..
Borrar