DATOS SOBRE CAMPANARIOS DE LAS IGLESIAS EN HONDURAS

Campanas de la Iglesia Caridad Illescas. Comayagua. 

 Juan Manuel Aguilar Flores 

Un elemento infaltable en torres de las iglesias hondureñas son las campanas. 

Víctor Suero, especialista en historia medieval, se refirió: “Que se sepa, hasta bien entrado el siglo X, no se usaban campanas en los templos católicos. Fue por esa época cuando en la ciudad de Caserta (Italia), el Obispo del lugar (en el santoral lo registró posteriormente como San Paulino), advirtió que el sitio se expandía y ya no era suficiente que los curitas anduvieran anunciando en las plazas y a grito pelado, la próxima misa. Muchos habitantes ya no escuchaban el anuncio. Entonces, aquel Obispo mandó construir una campana de bronce que se hacía sonar puntualmente para llamar a los fieles. La idea se generalizó y empezaron a construir iglesias con sus correspondientes campanarios. Luego se dio otros usos en la misma iglesia: se le hacía sonar alegremente en los nacimientos o en bodas; lenta y pausadamente luego de una defunción; como un nervioso repiqueteo al estallar un incendio; o con sonidos musicales como en los carrillones. Era la voz de Dios, y el pueblo sabia interpretarla y obedecerla”

Hay muchas historias en que las campanas desempeñaron otras utilidades, no necesariamente ubicados en el inmueble religioso: aviso a la población de sitios armados, anuncios de subastas o pujas y lecturas de avisos municipales. Dichos instrumentos sonoros fueron colocados preferentemente en los portales de los Cabildos o Ayuntamientos. Todas las normas de convivencia colectiva en el periodo colonial, se recopilaron en lo que se denominó “Las Siete Partidas”, conocidas también como fueros de las leyes, dictadas por Alfonso X, “El sabio”. 

Las reuniones de las Cortes de Cádiz (España), con representantes de la América española de 1813 a 1820 se abolieron muchas leyes coloniales. Con los eventos de la independencia, se eliminaron algunas. Las que quedaron, fueron divulgadas a la población por pregoneros en la Plaza Mayor o de Armas, al toque de un tambor, acompañado de Alguaciles. No es llamativo como el sonidos de las campanas estuvo ligado a la vida comunitaria de los municipios, grandes ciudades o villas, al punto de que no hay un pueblo de Honduras con tal distintivo.

Referiré lo que la Ley de Policía de 1906 contenía sobre el uso de las campanas: “Articulo 185. Se prohíbe el toque de campanas fuera de los casos y por más tiempo que los señalados en el reglamento establecido por la autoridad respectiva, o sin expresa autorización de ésta. La contravención será castigada, en el primer caso multa de uno a cinco pesos, y en la segunda de uno a dos pesos. Artículo 186. El que sin autorización alguna y valiéndose de las campanas diera señal de rebato o de alarma, será castigado con prisión de 5 a 10 días. Se exceptúa de la disposición de este artículo, el caso de incendio, el cual puede cualquier persona dar la señal necesaria para obtener auxilio”. 

No hay datos que impidan a la iglesia el uso tradicional de las campanas en eventos propios de su naturaleza. Oportuno aclarar que las torres de las iglesias en nuestro medio fueron construidas cuando por disposición real se obligaba usar piedra en cimientos de muros y adobe en paredes. Téngase presente las iglesias en sus inicios fueron pequeñas Ermitas construidas de bahareque, que poco a poco fueron empleando adobe y teja.  Además, anoto que la Real Cédula que dispone enviar utensilios propios a las iglesias en América fue en 1600. 

Para 1620, está la disposición real de enviar utensilios de usos religiosos a iglesias de Honduras. Muy probable en este envió -llegaron años después- algunas campanas para uso en Honduras. Existen documentos en el ANH, sobre haber maestros en confeccionar campanas. Un oficio particular y especializado hasta bien entrada la época contemporánea de Honduras.

Notas

-Suero, Víctor. Revista Conozca Mas. Año 7, No. 6, 6 de junio 1996. Pág. 7.

-Inestroza, Jesús Evelio. “Historia de la Policía Nacional de Honduras. 1526-2002”. Teg. 1990.   

-La Gaceta Diario Oficial de la República. de Honduras. Teg. 13 de feb, 1906. No 2.658, Pág. 83, Col 2.

-Aguilar F. Juan Manuel “Construcciones Catedrales en Honduras 1561-1915”. Teg. 2° edición 2018. 

Glosario

Carrillones: Instrumento musical de viento medioeval.

Rebato: Llamada precipitada a vecinos de un pueblo, avisando de un peligro.

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