GOTAS DEL SABER (136)
Juan Ramón Martínez
I
Crecencio Gómez
El 12 de agosto de 1876, El Presidente Provisional de Honduras, Crescencio Gómez, dictó el siguiente decreto: “CRESCENCIO GÓMEZ, PRESIDENTE PROVISORIO de la República de Honduras. Considerando: que han cesado los motivos porque el señor Capitán General D. José María Medina, transmitir temporalmente el Mando Supremo de la República; y que asuntos de grande y trascendental importancia, hacen necesaria la reaparición del Jefe de la Revolución proclamado por los pueblos, Decreta: Artículo 1°. Devuélvase el mando supremo de la República, al señor Capitán General don José María Medina, quien voluntariamente y transitoriamente lo depositó por decreto de seis de junio pasado. Artículo 2°. Durante cuatro días a contar de esta fecha mientras llega este decreto, al conocimiento del señor general Presidente José María Medina, quedan encargados del Poder Supremo los señores Ministros del despacho. Dado en Comayagua en la Casa de Gobierno, a 12 de agosto de 1876. CRESCENCIO GOMEZ. El Ministro de Gobernación y Relaciones Exteriores Marcelino Mejía. El Ministro de Hacienda y de Guerra, Manuel Colindres”.
Doce días después, el 24 de agosto de 1876, el general José María Medina, dirigió circular en esa fecha a los Gobernadores Políticos de los departamentos, manifestándoles que por Decreto del 12 del corriente, el señor Licenciado Crescencio Gómez, le ha transferido el Mando Supremo de la República y aunque el deposito hecho en el señor Gómez, debía considerarse como transitorio, los conceptos de su manifiesto de 11 de junio, le alejaban por siempre del ejercicio de la Presidencia, cuyas protestas no está dispuesto a quebrantar: que con tal resolución la Presidencia de la República quedaría acéfala, sino se tomara una medida salvadora, y esta es la que ha influido poderosamente en él para convenir con los gobiernos de Guatemala y El Salvador, en que el licenciado Marco Aurelio Soto llegase a hacerse cargo del gobierno; y que mientras este llegue a funcionar, recomienda la conservación del orden en el departamento, que deben hacer saber a los pueblos de su mando que de la manera que ha transferido el poder al Doctor Soto "no hay ninguna humillación para el país y fijarnos en otra cosa sino en salvar a la sociedad de los horrores de la anarquía; y que tiene confianza en que el señor Soto gobernara el país con equidad y justicia". El domingo 27 de agosto de 1876, Marco Aurelio Soto Martínez, en virtud del acuerdo aceptado por José María Medina, juró ante el Alcalde de Amapala, el cargo de Presidente de la República de Honduras. Medina que se encontraba en Erandique, el 21 de agosto había resignado el mando en el doctor Soto Martínez, mediante el decreto respectivo. Comenzaba el llamado periodo de la Reforma Liberal en Honduras.
II
General Manuel Bonilla
El 12 de agosto de 1904, “El General Manuel Bonilla, Presidente de la República visitó la Isla de Guanaja a bordo del (vapor) Tatumbla y regresó el mismo día a la cabecera trujillana. De esta ciudad fue a Balfate, con el objeto de deslindar las jurisdicciones entre Colón y el recién creado departamento de Atlántida. Después de haber retornado a Trujillo, emprendió viaje a La Ceiba donde se tomó varios días de descanso y fue objeto de singulares atenciones”. (Víctor Cáceres Lara, Astillas de Historia, pág. 256) La gira presidencial de Bonilla, para entonces había durado cerca de cuatro meses.
III
Cuartel San Francisco, centro de Tegucigalpa.
El 1 de agosto de 1956, estudiantes universitarios, médicos e ingenieros de la Universidad Central, con la complicidad de oficiales de alta en la Comandancia Militar de Tegucigalpa y del Primer Batallón de Infantería, se tomaron el Cuartel San Francisco ubicado en el centro de la capital, tomaron las instalaciones militares en ánimo de derrotar a Julio Lozano Díaz que, a título de Jefe del Estado, dirigía al país después de la crisis creada por los partidos políticos Nacional y Reformista en diciembre de 1954. La toma fue dirigida por Santos Sorto Paz, Ezequiel Escoto Manzano, Federico Mejía Rodezno, Ramón Custodio y otros. Engañados, varios trabajadores de la Dirección General de Caminos, fueron introducidos en horas de la noche bajo la excusa que, en la misma madrugada del día referido, serían conducidos hacia la carretera de Olancho. El Asalto al Cuartel san Francisco fallo, por falta de una dirección unificada, la inexperiencia de la patrulla que fuera sorprendida desorientada en los alrededores del Parque Herrera; por otra dirigida por Tomas Martínez y la descoordinación con las tropas del Primer Batallón, que, en vez de recibirlas como amigas, más bien fueron objeto de disparos desde el cuartel muriendo en la refriega el comandante del mismo Primer Batallón, el Mayor Juan Pablo Silva. Algunos implicados huyeron, otros se asilaron en algunas embajadas sudamericanas; y la mayoría, encarcelados en la Penitenciaría Central. Aunque el gobernante Lozano conjuró la toma del Cuartel San Francisco, su régimen estaba condenado. Los militares le derribaron en un golpe incruento el 21 de octubre de 1956.
IV
Doctor Juan Manuel Gálvez
El 14 de agosto de 1949, el Presidente de Honduras, Juan Manuel Gálvez Durón, detalló los planes de su Gobierno en entrevista exclusiva para Norte, en Nueva York, Estados Unidos. Una de las preguntas que este Diario le hizo al doctor Gálvez fue: ¿Qué piensa hacer el nuevo régimen gubernativo para reorganizar la economía nacional? Contestó: Estamos empeñados en la creación de un Banco Central, que ha de guardar nuestras reservas en oro, y posiblemente sea el único Banco emisor. En términos generales, funcionará con todas las dependencias, respondiendo a las necesidades del país… Una de las dependencias de este Banco hará las funciones de un Banco Hipotecario no solamente para dar facilidades al agricultor, sino al industrial y demás actividades que comprenden el crédito hipotecario”. (Alexis de Oliva, Gobernantes hondureños, Tomo I, pág. 332).
V
El 8 de agosto de 1978, Juan Alberto Melgar Castro, fue sustituido por una Junta Militar Integrada por Policarpo Paz García, Jefe de las Fuerzas Armadas, Amílcar Zelaya Rodríguez, Comandante de la FUSEP y Domingo Álvarez Cruz, Jefe de la Fuerza Aérea. Varias versiones se manejaron para su cese en el cargo. Desde una discusión sobre el regreso del orden constitucional y sus planes de ser la figura principal, hasta la más creíble: su resistencia para cambiar algunos ministros de su gabinete: Lidia Williams, Pilo Zavala. La última de estas versiones incluso, incluye a Enrique Aguilar Paz, porque los militares lo consideraban comunista y además protector de médicos de esta afiliación, especialmente un doctor de apellido Turcios al que el alto mando militar no le tenía ninguna consideración y que era el ideólogo de la modernización del sistema de salud, la mejor que se ha intentado hasta ahora. La otra tiene que ver con la quiebra de la línea aérea Air Belice, donde dos bancos capitalinos habían hecho importantes inversiones; y al quedar descubiertos, el Banco Central – presidido por Guillermo Bueso – les obligó a firmar un acuerdo, redactado por Gautama Fonseca, en virtud del cual en dos meses aportarían los fondos para cubrir el hueco financiero. Los banqueros privados al no poder atender el compromiso, recurrieron a sus amigos militares para pedir la remoción de Bueso y como Melgar se opuso, prefirió renunciar. Cambiaron al gobernante y los banqueros se salieron con la suya.
VI
María Lidia Handal Yacamán
El 15 de agosto de 1917, nació en San Pedro Sula, Cortés, María Lidia Handal Yacamán. Fue hija de Bishara Jusef Issa Abdala Handal y Marian Giacoman. Es posiblemente una de los más populares músicos y compositores de la historia de Honduras. Realizó estudios primarios en San Pedro Sula y los secundarios en los Estados Unidos. Se graduó de Secretaria Ejecutiva en Estados Unidos. Aquí fue admitida como miembro de la Asociación de Compositores, Autores y Editores. Residiendo en Estados Unidos, compuso y publicó el álbum With love from Lidia. Este disco lo dedicó a su hijo, quien falleció de cáncer a los 10 años de edad. “Sus composiciones fueron grabadas por disqueras como la RCA Víctor de México y Kintel Corporation y Pro Media Studios, ambos de Estados Unidos”. Se hizo merecedora de varios reconocimientos: el Premio Nacional Pablo Zelaya Sierra, la medalla de Oro del Centro Cultural. Murió el 17 de abril de 1997 en Alachua, Florida, Estados Unidos a los 79 años de edad y fue sepultada en Forest Meadowws Memorial Park and Mausoleum Central, Gainesville, Florida. Las canciones más famosas suyas han sido El Bananero, No se jamás, El Pregón, El Costeño, Cuentan, La Farsa, Mi viejecita, La Blanca Vela, Lo que siento por ti, El Errante, Mañana.
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