Ray Kurzweil (77), científico, sobre el futuro de la Inteligencia Artificial: "En 2030 se necesitarán 1.000 cerebros humanos para igualar a un ordenador de 800 euros"

Este ingeniero e investigador de Google escribe en su libro La Singularidad está cerca: "Imagina de lo que serían capaces mil científicos, cada uno mil veces más inteligente que los científicos humanos de hoy, pensando cada uno mil veces más deprisa que un humano".

RAFAEL GALÁN

Uno de los libros más influyentes en el terreno de la Inteligencia Artificial, junto con La ola que viene (Debate), de Mustafa Suleyman, es La Singularidad está cerca (Lola Books), del ingeniero e investigador principal de Google, experto en Inteligencia Artificial, Ray Kurzweil (Queens, Nueva York, Estados Unidos, 1948), un científico formado en el Massachussetts Institute of Technology (MIT) que lleva desde 2005 anticipando en libros y conferencias la fusión de la inteligencia humana y la computacional mediante nanobots. En 2005, en el libro La Singularidad está cerca, este científico le puso fecha a esta predicción: ocurrirá en la década de 2030. Kurzweil predijo también para 2045 la llegada de la Singularidad, "el momento en el que la inteligencia humana se expandirá un millón de veces mediante la fusión con la IA".

Estos días estoy releyendo para Esquire los principales libros que se han escrito en las dos últimas décadas sobre la IA y todos ellos, desde las reflexiones del ex director ejecutivo de Google X Mo Gawdat en La inteligencia que asusta hasta el análisis que hace el historiador israelí Yuval Noah Harari en su último libro Nexusbeben de una forma u otra del texto de Kurzweil. Cuando Mo Gawdat dice que "en 2049 tu inteligencia, en comparación con la de la IA, será como la de una mosca en comparación con la de Einstein" no es muy diferente de cuando Kurzweil dice que "con la nanotecnología podríamos pasar de 16.000 millones de neuronas a tener 80 billones". El investigador de Google en el campo de la IA defiende que "a medida que nos fusionemos con nuestra tecnología nos haremos enormemente más listos. Una de la implicaciones destacadas de la Singularidad será un cambio en la naturaleza de nuestra habilidad para comprender". En torno a esta idea giran la gran mayoría de las reflexiones que contiene La Singularidad está cerca.

Kurzweil vaticinaba en su libro en 2005 que "en 2050, mil dólares (en torno a 860 euros) de computación excederán la capacidad de procesamiento de todos los cerebros del planeta Tierra. Por supuesto, esta cifra incluye los cerebros que todavía utilicen solo neuronas biológicas. Aunque las neuronas son creaciones maravillosas, no tenemos por qué diseñar circuitos informáticos que utilicen sus mismos lentos métodos (y de hecho no lo haremos). Pese a lo ingenioso que son los diseños producto de la evolución a través de la selección natural, estos son muchísimo menos potentes que los que seremos capaces de diseñar nosotros. A medida que apliquemos la ingeniería inversa a nuestros cuerpos y a nuestros cerebros, seremos capaces de crear sistemas similares que sean mucho más duraderos y que operen miles o millones de veces más deprisa que nuestros sistemas producto de la evolución natural. Nuestros circuitos electrónicos ya son más de un millón de veces más veloces que los procesos electromecánicos de una neurona, y esta velocidad continúa acelerándose".

En La Singularidad está cerca este ingeniero asegura que "es razonable esperar que el hardware que pueda emular funcionalmente el cerebro humano esté disponible a un precio aproximado de 1.000 dólares hacia el año 2020. El software capaz de hacer una réplica funcional del cerebro humano tardará en aparecer una década más. Sin embargo, el crecimiento exponencial de la relación rendimiento-precio, de la capacidad y de la velocidad de nuestro hardware continuará durante este periodo, de manera que en el 2030 se necesitará toda una población de cerebros humanos (unos mil) para alcanzar la capacidad de un ordenador de mil dólares".

En mi opinión, una de las partes más importantes del libro se encuentra en estas dos preguntas que plantea Kurzweil a continuación: "¿Puede el ritmo del progreso tecnológico continuar acelerándose indefinidamente? ¿No hay un punto a partir del cual los humanos no somos capaces de pensar lo suficientemente deprisa como para mantener el ritmo?". Por supuesto, lo interesante está en la respuesta: "Ciertamente esto es así para humanos no mejorados, pero ¿qué no conseguirían mil científicos, cada uno mil veces más inteligentes que los científicos humanos de hoy, funcionando cada uno mil veces más deprisa que los humanos actuales (porque el procesamiento de información es más veloz en sus cerebros en su mayor parte no biológicos)? ¿Qué no inventarían?".

En La Singularidad está cerca, este investigador de Google, experto en Inteligencia Artificial argumenta que "un año cronológico sería como un milenio para ellos. Seguro que inventarían tecnologías para volverse todavía más inteligentes (porque su inteligencia ya no es de capacidad fija) y cambiarían sus propios procesos de pensamiento para permitirles pensar todavía más deprisa. Cuando los científicos sean un millón de veces más inteligentes y operen un millón de veces más deprisa una hora producirá un siglo de progreso en términos actuales".

El libro de Kurzweil no solo ha influido en otros autores, sino también en todas las obras que ha escrito desde 2025. En marzo de 2025 este ingeniero publicó una continuación de sus reflexiones, La Singularidad está más cerca (Deusto), en el que demuestra cómo muchas de las predicciones que realizó hace ya dos décadas -y que ha repetido en innumerables conferencias desde entonces- se han cumplido con una increíble precisión. En La singularidad está más cerca (Deusto), Ray Kurzweil insiste, de nuevo, ahora con más datos, en que "la función más importante de la nanotecología en el cuerpo humano será la ampliación del cerebro, que con el tiempo llegará a ser no biológico en un 99 %. Se trata de conectar el cerebro a ordenadores, lo que, por un lado, ofrecerá la posibilidad de controlar una máquina con el pensamiento y, por otro, permitirá integrar capas digitales del neocórtex en la nube. Esta posibilidad implicaría muchas más cosas que mejorar la memoria o acelerar el pensamiento".

Kurzweil estima, dos décadas después de La Singularidad está cerca, que la potencia de cálculo del cerebro humano está en el orden de las 1.014 operaciones por segundo. "En 2023, 1.000 dólares de potencia de cálculo podían realizar hasta 130 billones de operaciones por segundo. Según la tendencia 2000-2023, 1.000 dólares en potencia de cálculo en el año 2053 (en dólares de 2023) bastarán para multiplicar por 7 millones de veces las operaciones por segundo que puede realizar un cerebro humano no mejorado. Si al final resulta, como yo sospecho, que para digitalizar la conciencia humana sólo hace falta replicar una parte de las neuronas del cerebro (o sea, si no tenemos que simular las acciones de muchas células que controlan el resto de los órganos), ese hito podría alcanzarse varios años antes", defiende ahora en La Singularidad está más cerca.

Cortesía: www.esquire.com 29/07/2025

Sobre el autor: Rafael Galán es experto en tecnología y escribe desde 2018 en Esquire sobre tablets, smartwatches, móviles, auriculares inalámbricos, altavoces portátiles, smart tv y todo tipo de gadgets tecnológicos, supervisando todas las ofertas y guías de compra que publica la revista online... Ver bio completa

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