Cosas del español (58): COCRETAS, MURCIÉGALOS Y OTROS FENÓMENOS PARANORMALES

La Tribuna Cultural

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El proceso que ha dado lugar al vulgarismo cocreta está bien documentado en la historia del español. Se denomina metátesis y consiste en un cambio de lugar de ciertas letras, en una palabra.

La palabra murciélago puede servir de ejemplo. Si se recurre de nuevo al diccionario, se comprueba que la variante murciégalo, hoy percibida también como vulgar, sí está recogida, aunque con la marca correspondiente. El término originario es, precisamente, murciégalo, derivado de las voces latinas mus, muris (´ratón´) y caeculus, un diminutivo de caecus (´ciego´). En este caso, la metátesis se documenta al menos desde el siglo XIII y no tardo en pasar a la lengua culta. El primer diccionario académico, Autoridades, recoge, ya en 1734, las dos variantes (junto a un curioso murceguillo).

Son muchas las palabras del español que deben su forma actual a este fenómeno. Otro caso representativo es el de cocodrilo, que, como señala Covarrubias en su célebre Tesoro (1611), «está corrompido […] de crocodilo» (como en inglés: crocodile). Al igual que en el caso de murciégalo, fue el término etimológico el que acabó perdiéndose. En realidad, aunque la voz latina original era crocodilus, derivada del griego krokódeilos, de króke (´canto rodado, guijarro´) y drilos (´gusano, lombriz´), en el latín medieval ya se empleaba cocodrillus.

Lo mismo ocurrió con peligro, que proviene del latín periculum. Normalmente, esta voz debería haber evolucionado a periglo (como en italiano [pericolo]), variante que se documenta en el habla hasta el siglo XVI. O con milagro, que deriva de miraglo (como en francés y catalán [miracle], o en italiano [miracolo], del latín miraculum, voz que todavía se registra en el actual diccionario de la Real Academia, aunque con marca de desusada (ya se considera en desuso en el Diccionario de autoridades, en el siglo XVIII). Otros casos son los que se refieren a palabra (del latín parabola), guirnalda (de guirlanda, variante hoy perdida en el habla), alimaña (del latín animalia) o costra (del latín crusta, raíz que se ha conservado en crustáceo o incrustar). El fenómeno alcanza a los topónimos: Argelia (en catalán Algéria, en gallego Alxeria, en francés Algérie, en inglés Algeria, es fácil percibir la presencia del articulo árabe al) debe su forma actual a una metátesis.

En la lengua popular, la metátesis ha dado origen a voces como *dentífrico (que se usa equivocadamente por dentífrico, del latín tardío dentifricum, derivado en última instancia de las voces latinas dens, dentis [´diente´] y fricare [´frotar´]), *meteorología (empleada en vez de meteorología, del griego meteorología) o *neardental (por neandertal, del valle alemán de Neander).

(Fuente: Nunca lo hubiera dicho, Taurus, Madrid, Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, págs. 151 y 152).

 

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