Mirador: MISMAS VISIONES, IGUALES RESULTADOS
Juan Ramón Martínez
Estoy por terminar un libro sobre La Matanza de
los Horcones, Lepaguare, Olancho, junio de 1975. Como historiador busco
entender las cosas, conocer las motivaciones y explicarme por qué se tomaron
las decisiones. Para corroborar 50 años después, los resultados. Hace tiempo,
descubrí que debía desconfiar de la memoria porque esta es selectiva, engañosa
y mala maestra. Que anima fácilmente al sectarismo y a caer en la simpleza del
maniqueísmo: buenos y malos, los salvados y los condenados, los patriotas y los
facinerosos.
He buscado “la orden” que recibiera Enrique
Chinchilla, Plata y Ártica, para en complicidad con Mel Zelaya Ordoñez, hacer
un festín de muerte el 25 de junio de 1975. No la he encontrado. Debe estar en
Washington. Sin duda, alguien ordenó que se eliminará la matanza de campesinos,
mujeres y sacerdotes. Los militares, implicados en el crimen, -buscaron
reafirmar su control del poder y defender las reformas económicas para proteger
a los pobres por lo que habían caído los mártires de Olancho-, construyendo un
discurso de superioridad de los uniformados; y, se embrocaron en la ejecución
de errores que ahora, 50 años después, vemos repetidos en la campaña electoral.
El discurso establecía que los partidos
políticos –Liberal y Nacional– eran inútiles, reales obstáculos. Que el
gobierno debía dirigir la economía y los empresarios, seguir las órdenes de los
militares superiores. Destruyeron la industria bananera, nacionalizaron el
bosque y lo pusieron bajo el control de COHDEFOR. Montaron un proyecto de pulpa
y papel en Bonito Oriental, centralizaron las operaciones portuarias, dominaron
los teléfonos y postergarón la entrega de la soberanía al pueblo, “hasta que el
último de los hondureños aprendiera a leer y escribir”. Cero analfabetismo dijo
Rigoberto Regalado. Se recibieron más de 400 kilómetros de vías férreas, de las
que existen no más de 2o kilómetros en el departamento de Atlántida; y un túnel
en Quemado, cerca de Olanchito que, afortunadamente, no se han podido robar.
En 1975, éramos 2.500.000 de habitantes. Hoy
somos 10 millones. Los problemas son iguales. Lo que ha mejorado son las
comunicaciones: tenemos más carreteras, teléfonos en todo el territorio y señal
televisiva en casi todos los hogares. Cerca de la mitad de los hondureños
tienen energía eléctrica y el gobierno acaba de decir que no hay analfabetos.
Sin embargo, somos el país más pobre del
continente, sólo superado por Haití, con una deuda externa en crecimiento; y
sin capacidad para alimentarnos, aunque contamos con todo para hacerlo. Pero no
tenemos voluntad y fuerza espiritual para arremangarnos la camisa: y trabajar
-de sol a sol-, construyendo un paraíso en la tierra que Dios nos dio.
El COHEP ha consultado a cerca de 1.000
empresarios de diferente tamaño. La mayoría dicen que les gustan las
“propuestas” económicas de Asfura y Moncada; pero que no saben nada de
Nasralla. Asfura es empresario que escucha. Rixi, ofrece la repetición del
discurso de los militares de 1975, con otros énfasis. Nasralla, no sabe de
economía. Pero en general, priva la misma idea: todo tiene que salir de los
candidatos, del gobierno porque no se confía suficiente en la iniciativa
individual, en la forja moral y la fuerza del trabajo individual. Con la
excepción de los “trabajadores” de la cultura –que no son tales, sino que
burócratas– nadie hace propuesta a los candidatos. Porque igual que en 1975 se
creía que los militares eran superiores porque portaban uniformes y estrellas
sobre los hombros, ahora se imagina que los candidatos, los presidentes, porque
les cantamos el himno nacional, son más inteligentes y competentes que los
ciudadanos.
Es decir que en el fondo poco ha cambiado en estos últimos 50 años.
Hace 50 años, estabamos en la lista de los paises mas atrasados del continente. Pero teniamos compañia: Bolivia, Nicaragua, Paraguay y siempre Haití.
ResponderBorrarMedio siglo después seguimos siendo los ultimos... pero excepto por Haití, nos hemos quedado solos.
Desde Olanchito.
Siento al Lic. Juan ramon Martinez un poco anacronico y realmente acertado al no confiar en su memoria. Efectivamente Honduras no ha cambiado mucho en lo que es beneficio social, economia, cultura y desarrollo educativo y cientifico. Creo que el Lic. Martinez se mantiene indefinido politicamente, pues coqueteo con los liberales, con los militares y ahora con los nacionalistas, su "aureola boreal" duro poco, se esperaba mucho de el pero se diluyo con el beneficio economico y sus ansias de dinero y comodidades. Creo que Nasralla no encaja con sus espectativas Licenciado, pero imparcialmente hablando es el mejor de los actuales candidatos, con muchos topicos y areas que necesita mejorar, pero que en Honduras es una asignatura que casi a todos nos hace falta cursar a pesar que muchos creamos que pasamos la clase con honores. Licenciado, hagamos frente comun con el mejor y aportemosle buenas ideas e impulso pues en Honduras los buenos lideres o no existen o son muy pocos, necesitan que todos empujemos la carreta, CULTIVANDO NUESTRO PROPIO JARDIN, y no hechandole escoria de letrina a los jardines ajenos. SI GALLO SE CREE, CANTE, Y NO CACARAQUEE.
ResponderBorrarConocer todo es imposible, pero, es importante preguntarse, de qué tipo de analfabetismo habla el gobierno, porque niños de 4 años, se saben el alfabeto con las canciones infantiles, pero no por eso saben leer. Con pesar veo que hay todo tipo de ignorancia, de la que se han valido todos los gobiernos, sobretodo el actual. Todavía hay gente que bote el voto, sea siguiendo directrices como votar en plancha, o los que manchado y hacerlo nulo, o confia que ninguna treta política no les afecta
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