Contracorriente: CONOCIENDO A RIXI
Juan Ramón Martínez
Talanga,
es la segunda ciudad del departamento de Francisco Morazán, hasta 1935 llamado
Tegucigalpa. Tiene en el casco urbano más de 60.000 habitantes. Las dos calles
principales están pavimentadas. El resto es de tierra, aunque bien delineadas,--
en forma de cuadricula--, lo que le da un carácter de ciudad moderna. El
comercio es intenso. Circula mucho dinero.
Aquí,
sin embargo, el PLR, ---el partido de Rixi--, es minoritario. Mientras el PL y
el PN tienen cuatro regidores cada uno, el PLR solo uno. Un hijo de Mario
Moncada, va de vice alcalde en la formula municipal. Esta es la primera
indicación que Rixi no cuenta con buena opinión. Cosa que no ocurrió con Rodas
Alvarado muy querido en Sabanagrande, Mel en Catacamas; y Villeda Morales en Ocotepeque.
“Todos muy queridos aquí”.
En
conversación con líderes políticos, comprobé que conocen poco de Rixi.
Aparentemente no se han publicado una biografía suya. Y en vez de resaltar su
figura, mostrando sus ejecutorias, en las paredes de la sede del PLR en el
centro de la ciudad, lo que destaca es un hombre de sombrero que de lejos parece
a Sandino; y de cerca es Mel Zelaya.
Los
padres de Rixi fueron muy humildes. Su encumbramiento en la política se debe
más que a sus méritos – que los tiene sin duda -- a su amistad con Mel. La
relación empezó en 2006, cuando la nombró Ministro de Trabajo. Antes fue
asesora de la Fiscalía General. “Algunos creen que Mel regresó al país en
septiembre de 2009” – nos dice un militante del PRL – “por Talanga y estuvo
varias semanas refugiado en casa de los Moncada”. ¿Tiene pruebas? “No, repito
lo que dicen”.
Donaldo
Moncada era un hombre humilde, muy pobre. Le toco educar a su familia, gracias
a su empleo de chofer de un aserradero y ayudado por Ramona Godoy, que le
apoyaba desde la casa. De modo que tuvieron una infancia muy humilde, llena de
carencias. Ahora la casa se ve muy bien pintada. “Bueno, la han reformado
manteniendo la estructura”. “Era muy humilde, de piso de tierra”.
“Usted
puede ver que Mario y Oscar son bruscos, malcriados por alguna inseguridad y
amargura que se nota también en Rixi”, me dice una ex profesora del colegio “Brasavola”,
en donde ella hizo el Plan Básico. Después fue a estudiar a la Normal de
Tegucigalpa. Se graduó de maestra. Fue profesora rural, durante algún tiempo. Aparentemente
militó en la Democracia Cristiana. Fue empleada del RNP.
“No
sabemos dónde se conoció a su marido Enrique Arias”. Era diputado liberal por
Choluteca le digo. “¿Cierto?”. Lo confirmo con seguridad. “Creo que están
casados”, por supuesto que sí. Pero “es el segundo matrimonio para Arias”, dice
una señora en el restaurante donde comemos. “Él estaba casado con Marta Aguilera de
Choluteca con la cual tiene tres hijos de más edad que Rixi”, concluye riéndose.
“Vea si esta mujer tiene méritos es porque que
sabe escoger a sus amistades”. “Sin Enrique Arias y Mel, no es nada”. “Todas
las posiciones logradas se deben a sus habilidades para relacionarse”.
“Viera
como le gusta a Mel estar aquí”. “Cuando viene ella y la visita, cierran las
calles”. “Molesta a los vecinos que le tienen envidia a una triunfadora como mi
prima”, dice una señora orgullosa al hablar de Rixi Moncada.
“Muy
poca gente quiere a los Moncada, porque son bruscos, malcriados, especialmente
Mario y Rixi”. ¿Inseguros? pregunto. “No, es que son francos”, dice un hombre
de sombrero. “No creo que gane, porque si aquí no la quieren, imagine afuera”.
Hay
que esperar las votaciones, le digo riendo al despedirnos.
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