Contracorriente: “DON” TRUMP Y EL CAMBIO DE BANDO

Juan Ramón Martínez

Confieso mi admiración por los Estados Unidos. Nací en un hospital de la Standard Fruit Company, en la que mi padre era peón. Siempre creía que Estados Unidos era un país singular, en donde era posible lograr riqueza y ascender socialmente. Leyendo a Martí, supe que explotaba brutalmente a sus trabajadores; pero que hasta después de las leyes demócratas de los  sesenta del siglo pasado, recibían mejores salarios que los europeos. De modo que cuando Mel se imaginó revolucionario y Chávez, nos llamó “piti” yanquis, me eche a reír, porque Cuba había dejado de ser una esperanza. Su revolución era entonces, un manual de como destruir sociedades en América Latina.

Ahora que veo Trump y a Vance, ofendiendo a un líder que requiere su ayuda para detener a los rusos, creo que no representan a los Estados Unidos y sus valores democráticos que aprendí a admirar con Tocqueville, Borges, Trotsky, Sartre, Castañeda y Piketty.

Lo que escenificaron, fue una emboscada, -- tipo mafiosa -- en contra de un hombre bueno, líder de un país invadido por Rusia, que los únicos pecados que ha cometido es responder defensivamente al ataque extranjero, confiar en la lealtad y apoyo de Biden y los demócratas; y, negarse a firmar un documento exigido para entregar los minerales de su país, en calidad de compensación por la cooperación económica que le han dado. Friedman en el “Nueva York Times”, escribió que Zelensky no quiso firmar el documento que le presentó el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, porque tenía que discutirlo con sus asesores y buscar la aprobación del Congreso ucraniano. Por ello y no porque fuera irrespetuoso en ningún momento con Trump, -- es que Vance en una postura que le cierra las posibilidades de llegar a ser Presidente de su país--, se prestara para exigirle que le agradeciera a los Estados Unidos, la defensa del mundo libre y la lucha en contra de Rusia. Cuando a quien hay que agradecerles es a los soldados ucranianos muertos.

Fue odiosa la conducta de Marco Rubio al pedirle a Zelensky que se fuera de la Casa Blanca, como si se tratara un vulgar ladrón al cual se sorprende con las llaves ajenas en la mano.

Ahora, vista la conducta de Trump y Vance, entiendo los sentimientos del Primer Ministro de Japón que antes de llegar a la Casa Blanca, manifestó aprensión sobre la forma que lo tratarían; pero que después reconoció que exagero sus temores. Tuvo suerte. Trump no quiere nada de Japón, por ello no le presiono, lo atendió bien; y no le hizo ningún irrespeto. MarcArtur, después de derrotar al Japón, trato al emperador Hirohito con respeto. Y en vez de destruir sus instituciones, impulso una constitución democrática y enrumbo al vencido hacia la prosperidad.

Se dé “gringos feos”. Witing Willauer era un alcohólico, malcriado y pendenciero que llego a proponer un Golpe de Estado para “detener” a los “comunistas” de Villeda Morales. Afortunadamente Carias Andino le dijo que no. En la Costa Norte, en Culuco escenario de “Prisión Verde”— conocí gringos malcriados, educados en los burdeles de Nueva Orleans que ofendían a todo el mundo. Lee Christmas y Malone son “ejemplos”. Celebre la hombría de Morales Chávez que le cerro la boca a tiros a un gringo irrespetuoso en el Progreso, Yoro.

En mis lecturas de la historia de los Estados Unidos, no he encontrado malcriadezas como las de Trump y Vance. No es que los otros no hayan recurrido al chantaje para obligar a sus aliados a asumir conductas pocos honorables. Nixon era vulgar y mal hablado; pero nada que ver con Trump y Vance. Todos los gobernantes han diferenciado, hasta ahora, el trato a sus amigos y aliados del dispensado a sus adversarios. FDR decía que “Somoza era un HDPU; pero era un HDPU amigo”.

Trump y Vance han saltado las trancas. Cambiado de bando. Ejerciendo venganzas personales y para amenazar a México, Canadá y Europa maltratan a Zelensky que merece más respeto. Ofender a un aliado para quedar bien con Putin – con cerca de 30 años ganando elecciones fraudulentas y con planes imperiales contra Europa-- significa que Estados Unidos ha cambiado de bando. Renuncia a la defensa de la libertad y la democracia. No quiere liderar a occidente; y  en vez de luchar contra los dictadores, ahora los protege, promueve y encabeza. Ya no es nación excepcional.  

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