Cosas del español (36): PLURALES CON ESTILO
Hay plurales con escasa eficacia semántica. Aunque estilísticamente, pueden ser relevantes, carecen de cualquier otro valor informativo.
Buena parte de estos plurales pertenecen a la clase de los objetos dobles: calcetines, bombachos, vaqueros, narices, bigotes, pinzas, alicates, tenazas, tijeras. Aquí el uso del plural -que convive con el singular: lo mismo da ponerse el pantalón que ponerse los pantalones- corresponde a la naturaleza de los objetos: están formados por dos partes iguales y simétricas. Los que hacen referencia al cuerpo humano tienen en ocasiones una función expresiva, de modo que se habla de tocar las narices, estar hasta las narices, hinchársele las narices a alguien o un calor de narices.
Con carácter general, no son, sin embargo, plurales estilísticos. Se dan en nombres concretos, abstractos, contables e incontables. ¿Qué diferencia hay entre un funeral de Estado y unos funerales de Estado? Ninguna. El uso del plural en este caso no implica la celebración de varios funerales. Lo mismo ocurre con bodas: las bodas de Caná a las que asiste Jesucristo no son varias, sino una sola. El uso de plurales como funerales o bodas, en la actualidad, es propio casi exclusivamente de registros formales, aunque puedan formar parte de algunas frases hechas y expresiones con forma fija como lista de bodas.
Propios del lenguaje literario son plurales como las nieves del Kilimanjaro, las arenas del desierto o las aguas del estanque. O una expresión como clamar a los cielos. Incluso algunos infinitivos sustantivados admiten este plural: sus torpes andares. Sin embargo, en ocasiones no esta muy claro en que consiste esta función estilística, por lo que se le ha asignado un valor enfático o expresivo. Este se supone en secuencias como tener ganas de bailar o tener ansias de poder. Parece claro cuando se emplean babas o pelos en contextos como ¡Vaya pelos llevas! (el plural no cuantifica: equivale a pelo) o ¡No me eches tus babas!
También es estilístico o expresivo el uso de algunos nombres colectivos.
(Fuente: Nunca lo hubiera dicho, Taurus, Madrid, Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, págs. 101 y 102).
Comentarios
Publicar un comentario