DOS BORICUAS EJEMPLARES QUE TUVO LA CEIBA: FRANK P. VERA

Frank P. Vera

Efraín Pavón Sequeira

Hoy nos vamos, con la otra narración de los sucesos del pasado, de la infinidad que tiene, nuestra ciudad de la Ceiba. Hoy hablamos del otro personaje, de origen Puertorriqueño, pero que al igual del Mayor y General, Juan Rius Rivera, dejaron huellas que hasta la fecha, no han sido reconocidas por nuestras autoridades, al contrario todo ha quedado en el abandono y llamado al silencio.

Esta persona a la cual nos vamos a referir dejó un legado difícil de imitar, por cualquier Hondureño, era dueño de un inmenso capital, y de áreas adyacentes en el contorno ejidal municipal, con escrituras de dominio pleno sobre ellas.

Su nombre era don Frank P. Vera, fue un ciudadano Norteamericano con ascendencia judía, nació en la isla de Puerto Rico un 27 de noviembre de 1886, este llegó a la Ceiba en plena juventud, vino con el fin de hacerse cargo del engranaje, que constituía la institución Banco Atlántida, y a la vez era uno de sus mayores accionistas.

Era un hombre bien educado, culto, de muy buenos modales ante la sociedad Ceibeña, había construido cerca del mar caribe, su casa de habitación quien la llamó “Viña del Mar” recuerdo que dicha residencia servía de referencia en el momento que alguien solicitara una dirección, vive ahí por donde Mister Vera, a la par de Mister Vera, enfrente a Mister Vera.

Nunca se le conoció novia alguna, siempre caminaba solitario, jamás se le conocieron descendientes, era una persona callada, pero muy amigable, en su casa de habitación, acostumbraba a hacer reuniones, a las cuales asistían la sociedad Ceibeña, eran unas fiestas, llamadas por el “Tertulias” en ellas los visitantes se enfocaban en la parte cultural, leyendo sus escritos con el fin de hacer más agradables las reuniones.

Personajes como don Julio Fonseca, la poetisa Paca Navas de Miralda, Nelson Merren, José Adán Castelar, Vicente Alemán, Tulio Galeas, Francisco Sánchez, los esposos Figols, todos ellos hicieron de la “ Viña del Mar” la primera casa de la cultura Ceibeña, con sus constante demostraciones de lecturas poéticas que era del agrado a todos los asistentes a estas “Tertulias”, lo cual Mister Vera aplaudía cada presentación de los personajes invitados.

Mister Vera era un gran anfitrión; para estas reuniones había música, bocadillos, licuados de diferentes frutas, los cuales eran agradecidos por todos los asistentes con la promesa que no faltarían a la siguiente reunión.

En el año de 1960, se formó en la Ceiba, y a nivel de Honduras, la primera escuela de enfermería llevando el nombre del inminente doctor del hospital de Tulane de acá de New Orleans, un especialista que llegó al hospital Vicente D’antoni quien combatió la tuberculosis, su nombre Maurice Campgana, esa era su especialización detectar el bacilo de Koch.

Ya para esos años Mister Frank P. Vera ya estaba jubilado y decide hacer con el Banco Atlántida un fideicomiso, para apoyar mediante becas, a estas futuras enfermeras, fueron muchas que se beneficiaron logrando su título, además becas para Ceibeños en las áreas de música, pintura, en la capital Tegucigalpa con todos los gastos absorbido, desde alimentación, alquiler, traslado de bus, etc, el único requisito para optar a estas becas, era haber nacido en la Ceiba.

En la parte deportiva asedió un terreno ubicado en el barrio la Julia, a petición de una junta directiva, que conformaba el sueño de iniciar en la misma la práctica del sóftbol, entregándole las escrituras de dicho inmueble, estos señores en pago de agradecimiento, nombra esa Cancha de ejercitar el músculo, Frank P. Vera.

Los periodistas de aquellos años que los conformaban, el famoso bloque de prensa encabezados por don Amilcar Cruz Garin, Ángel Moya Posas, José María Carias, Rodolfo Zavala, Abraham Mejía Z, Carlos M. Ramírez, Rafaelita Huete de Rodriguez, María Sixta de Ramos, Rutilio Padilla, María Cristina Padilla, Julio Fonseca, Marco Tulio Miró, José de la Rosa Muñoz Solís, Wilfredo Mayorga, una vez en el año, asistían a reunión en la casa de Mr. Vera, ese día era el consagrado al periodista Hondureño, o cuando la Ceiba, era la sede de los congresos de prensa.

Además de esa infinidad de reuniones en su casa de habitación, con las llamadas “Tertulias” Don Frank P. Vera asistía puntualmente todos los lunes a reunión con las fuerzas vivas de la Ceiba, en el casino Atlántida, con el fin de tratar asuntos de interés público, y colaborar con las autoridades, en diversos proyectos de índole comunal, así era el ajetreo de don Frank P. Vera preocupado constantemente por el bienestar de la Ceiba.

Una mañana del 17 de septiembre de 1969, don Frank P. Vera, su cuerpo fue hallado rígido en su habitación, había muerto uno de los grandes personajes que al igual del mayor General Juan Rius Rivera, hicieron historia en nuestra ciudad hoy una fría tumba abandonada por completo, por esta sociedad a la que le entregó con amor y ahínco por engrandecerla y lograr el bienestar de sus habitantes, hoy de él nadie se acuerda, ni las enfermeras por el apoyo dado para su graduación, y tampoco ningún egresado de la escuela de música y pintura de la capital Tegucigalpense.

Hoy debería de existir por lo Menos una sala en el hospital Atlántida, con el nombre de Frank P. Vera, o en su defecto una colonia o escuela. que llevase su nombre, colonias como el chorizo, mata de chata, Barranco chele, tiene que desaparecer para darle cabida a los nombres: Juan Rius Rivera o Frank P. Vera hoy en su tumba se puede leer la siguiente inscripción:

FRANK P. VERA 27 NOV 1886-17 SEPT 1969 BENEFACTOR DE LA JUVENTUD CEIBEÑA CREADOR DE LA FUNDACIÓN QUE LLEVA SU NOMBRE.

Keener Louisiana. Abril 30- 2025.

Cortesía: Perfil de Facebook del autor & Fotografía de nuestro Archivo.

Comentarios

  1. Siempre tuve la inquietud de saber quién fue FRANK P. VERA, lo único que pude averiguar antaño fue que no dejo hijos.

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