Respuesta de Manuel Zelaya a Charles Ford
Respuesta de Manuel Zelaya a Charles Ford
Se ha
revelado un nuevo bochorno de la política exterior norteamericana. Esta vez
sobre mi persona como Presidente Constitucional de Honduras, en las que no reflejan
mi personalidad, sino más bien se dedican a hacer acusaciones criminales y
temerarias que constituyen delito de difamación y calumnia, y constituyen una
afrenta a la dignidad del pueblo de Honduras.
Ha pasado
más de un año; largos 18 meses desde el golpe de estado en que los grupos
de extrema derecha en Honduras, supuestos amigos y socios de «USA»,
tomaron el poder en el país. Es curioso que hasta ahora no hayan
sido capaces de demostrar ni un solo vínculo con el crimen organizado, ni de la
conexión de este con Cuba, Nicaragua y Venezuela, en los supuestos actos
de corrupción que cometí durante mi mandato.
El autor de
la aberración es Charles Ford, supuesto diplomático, que aquí se rebela como
embustero e instigador, y pone al descubierto la naturaleza oculta
de la diplomacia norteamericana para los países del mundo, ya que fungía
como embajador norteamericano en Honduras cuando asumí la primera magistratura
del país.
Este es el
mismo embajador que me exigía una visa de asilo diplomático para el
terrorista Luis Posada Carriles; el mismo que decía en los medios
públicamente que el presidente Chávez tenia negocios sucios y corruptos con
este servidor; el mismo que, cuando gané la Presidencia, me entregó una lista
con las personas que debía nombrar en mi gabinete, y que, desde luego, se
enfurecía con mis negativas.
Es el mismo
que me acompañó a la Casa Blanca para atender una cita con el Presidente Bush,
con parte de mi gabinete, donde Bush despotricaba contra el presidente de
Venezuela Hugo Chávez y atacaba mi amistad con este. El mismo que
durante toda mi gestión, se dedicó a defender los fraudes de las trasnacionales
norteamericanas del petróleo en Honduras, algo que extrañamente omite en este
cable, así como se abstiene de mencionar las cosas por las que teníamos
altercados y problemas.
En estas
acusaciones graves y sin fundamento del embajador FORD, llenas de
escarnio contra mi personalidad como jefe de estado, se dejan al
trasluz los métodos antojadizos que usan los diplomáticos, de la auto
proclamada democracia más antigua del mundo, como la mentira, la
manipulación, que se usan en forma malintencionada, para justificar
los crímenes y asaltos al poder que impulsan a lo largo y ancho del
mundo. El cable del señor Ford, hecho público por Wikileaks, y comentado por
todos los medios del mundo, además de ofensivo, muestra la forma en que los
Estados Unidos, en su condición imperial, fabrica sus enemigos.
Mediante la
descalificación personal, buscan estigmatizar a quienes luchamos con dignidad e
independencia, contra las prácticas de sometimiento a que está
acostumbrada la diplomacia de Estados Unidos de Norte América.
Esta
desfachatez en sus acciones, que los pone en evidencia, a ellos más que a
quienes ofenden y acusan, no les faculta, como presuntos “salvadores” del
mundo acusando a los presidente de los países, de locos, megalómanos,
mitómanos, erráticos, corruptos, y siniestros, especialmente a los que no
les obedecen En esto podemos identificar un patrón, y no debería
extrañarnos que sigan saliendo este tipo de perfiles.
Debe
llamarnos poderosamente la atención, que las palabras de Ford, hayan sido las
mismas que publicaron por tres años y medio, quienes me atacaron
permanentemente desde Washington, desde la FUNDACION Arcadia, dirigida
por Otto Reich y Robert Carmona y que siguen usando
quienes conspiraron y ejecutaron el Golpe de Estado en Honduras.
Este
documento hace gala de cinismo cuando, sin empacho alguno, afirma que ellos
intervienen sobre las personas designadas en los gabinetes de gobierno,
hablan con cardenales, y encuentran cosas sospechosas hasta en actos públicos,
como cuando manifiesta este señor embajador, que en mi discurso
sobre la plataforma del Navío USS o algo así, “a pesar” de que
resalté las buenas relaciones comerciales con el imperio, no escatime esfuerzo
para enaltecer la gesta contra el invasor Norte Americano William Walker»
; filibustero que invadió tierra nicaragüenses y hondureños, y que fue fusilado
y enterrado en el puerto de Trujillo, en Honduras.; entonces el que para
ellos es un héroe, para nosotros es un bandolero que refleja la injerencia y la
intromisión de grupos de Estados Unidos en nuestras naciones desde el
siglo XIX.
En su nota,
Ford tiene un lapsus mental y omite mencionar el proyecto que habíamos iniciado
de aprovechar comercialmente el aeropuerto de Palmerola, base militar
norteamericana desde la que se han fraguado miles de conspiraciones, muchas de
ellas fatales, que se halla clavada en el corazón mismo de nuestro territorio,
y cuya última obra siniestra fue el Golpe de estado del 28 de Junio de 2009. Su
perfidia lo lleva a omitir su participación de boicot contra mi iniciativa, y
su apoyo a las fuerzas más reaccionarias del país que argumentaban a favor de
Tocotín, uno de los diez aeropuertos más peligrosos del mundo; y es que a
Charles Ford, al imperio, no les interesa la seguridad ni el progreso de nadie,
solo sus bases militares para salvaguardar sus dominios.
Me conoce y
respalda todo el pueblo hondureño; no me arrepiento de ninguna de mis acciones,
de lo que impulse e hice como presidente. Pienso que ellos estaban
muy preocupados por mis niveles de aceptación, y porque alcanzaba los
mejores resultados de la historia de Honduras, en materia de crecimiento
económico, entre 6 y 7 % anual sostenido, ambiental y social; por primera vez
se reducía la pobreza, en mucho gracias a Petrocaribe y la ALBA
datos que se pueden verificar en las estadísticas de la CEPAL
y el Banco Mundial.
Les
preocupaba que en un año de trabajo con Chávez y Lula obteníamos apoyo para
proyectos, que nos costaría unos diez años conseguir con los Estados Unidos.
Les afectaba que fuera el único presidente que aprobaba una ley de
trasparencia, para eliminar los documentos confidenciales en el gobierno, lo
que afectaba directamente la estructura de sometimiento lacayo que el imperio
mantiene en el país, y el único en la historia reciente que dejó
todos el respaldo para justificar el gasto hasta el último centavo, en
manos públicas y de los organismos contralores.
No sabíamos
que el cardenal le susurraba al oído mis asuntos ancestrales; se le
olvidó decirle a Ford que mi familia prevaleció por más de 400 años (como lo
deja claro el mismo embajador) gracias a sus extraordinarias relaciones con el
pueblo, y que al llegar a la presidencia de la república yo disponía de un
legado de muchas generaciones y un patrimonio rural producido por el trabajo de
centurias del que conocen todos los hondureños, así como un enorme acervo
intelectual y político heredado de los más ilustres hijos de la patria.
Manifiesta
el pro cónsul su desprecio a nuestra cultura y nuestras costumbres, diciendo
que nos comportábamos como animales para “mezclarnos” con la clase árabe.
Algunas cosas no las puede entender un bárbaro, sin ninguna cultura, este
es el caso; somos generaciones que se remontan a la colonia española, hoy
convertidos en una orgullosa identidad latino americana, mixta, indígena
y negra. ¿Por qué degradar la relación afectiva de mis hijos a simples
componendas? Así se comporta el imperio; nosotros somos humanos y respondemos a
valores y principios que ellos no entenderían ni en dos siglos más.
Dice Ford
que hay que “salvar” lo que se pueda del sistema hondureño; dice que yo estoy
dispuesto a hacerme el mártir, pretendiendo dejar un legado inconcluso, bajo el
argumento de que me lo impidieron fuerzas poderosas, que no se pueden nombrar.
El pueblo conoce que hemos desenmascarado una y otra vez dichas fuerzas, en mis
propios discursos en la Naciones Unidas, y en todos los foros, a través de
nuestra lucha continua. No es el martirologio al que ellos me han sometido, al
derrocarme y ahora por medio del destierro; es la lucha del pueblo en
resistencia, es un legado, es la fuerza moral y libertaria de nuestros
hombres y mujeres por construir una nueva historia; que estrechez de
mente la que denota este embajador para justificarse ante sus superiores
después de su fracaso en Honduras, al no podernos someter. Por su papel
desestabilizador fue enviado al comando sur donde aún permanece y desde donde
fraguó y ejecutó el GOLPE DE ESTADO.
Es
imposible dejar de lado que textualmente me considera enemigo de los intereses
de Estados Unidos y reprocha mis actos soberanos y dignos. Actos que
ratifico totalmente al tiempo que expreso mi amistad y admiración por el pueblo
americano ni de su país, al tiempo que me proclamo anti imperialista,
lucha en la que preferiría morir que doblegarme. Reprocha mis
nombramientos en la ONU y expresa enfado porque no renunciamos a tomar las
decisiones de estado, a pesar de sus maquiavélicas manipulaciones, asociado
con toda una oligarquía, banda de mercenarios que no dejaron nunca de
conspirar para evitar que me acercara al pueblo y aportara un sentido de patria
y de lucha que ha de dar al traste con sus acciones entreguistas.
Cuando el
subsecretario de estado John Dimitri Negroponte, junto al embajador Ford,
en Washington, me reprochaban que estaba nombrando a un comunista ante las
Naciones Unidas, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras,
y señalaban que él no tenía visa americana por terrorista, les reclamé
enérgicamente la violación al estatuto de ese organismo internacional, y
me vi obligado a elevar una firme protesta ante la Casa Blanca para
conseguir que estos señores estancados en la guerra fría, sectarios,
fundamentalistas, entendieran que el mundo ha cambiado y que Estados Unidos
también tiene que cambiar .
Cable de
falsedades, igual a muchos que antes sirvieron para justificar guerras y
la masacre de niños, mujeres y ancianos en varias partes del planeta;
calumnias, degradación y grosería utilizados para allanar el camino hacia la
barbarie y la explotación de un sistema que no tiene límites, más que los
que dictan desde siempre las trasnacionales, antes bananeras
y hoy financieras y petroleras, contra mi pueblo. Esta notas del
embajador solo sirven para dejar el destino de mi patria en las manos de quienes
han perdido el honor y la dignidad, para humillarse ante los intereses
subalternos, No cabe duda, el problema es el mismo, el método el mismo,
el motivo el mismo, las prácticas pérfidas y cobardes que
sacrifican generaciones por sus pingues negocios.
Podría
seguir abordando una por una las opiniones del señor Ford, y resaltando mi
imagen al desmentir sus embustes, pero pienso que el problema de fondo es otro;
este documento pone de relieve a los gestores del golpe de Estado; nos indica
que estaba pensando el imperio en mayo de 2008; nos deja claro que el Golpe de
Estado no es casual, que fue preparado, y que ellos también conspiraron, y
desde cuando se aprestaban a derrocarme y destruir la democracia en
Honduras.
En este
cable de Ford, está la historia del Golpe de Estado; para ellos es imperdonable
que en la década de los ochenta, levantara mi voz contra los ejércitos
irregulares de contra revolucionarios centro americanos, siendo diputado
ante la asamblea nacional, exigiendo explicaciones porque
agredían desde nuestro territorio a países hermanos, como Nicaragua
y el Salvador, donde cometían un brutal genocidio, mientras nuestra
querida patria Honduras era utilizada como un portaaviones por los
norteamericanos. Al imperio no le interesa mi vida personal, pero
la destruye con tal de evitar que mi accionar político coadyuve a la liberación
de mi pueblo.
Al final
que lo diga Charles Ford; que lo diga el imperio, norte americano solo me
engrandece como ser humano, como político y como actor del siglo XXI, y hace
más grande e invencible la lucha del pueblo hondureño, que sigue
resistiendo el retorno de las castas militares a la vida cívica de nuestra
Nación, así como el fuego asesino e intenso de criminales de aquí y de allá,
movidos por el mismo titiritero de siempre, ese que un día debe detenerse a
pensar que es mejor convivir con nosotros, que intentar robarnos lo que nos
pertenece.
Una vez
más, vemos las acciones de Estados Unidos como policía del mundo; tribunales de
la santa inquisición del siglo XXI, más descarada y sanguinaria
que ninguna otra en la historia de la humanidad; hoy vemos que ni el
imperio ni los golpistas, que violan todos los derechos humanos, no
tienen doble moral, ni moral alguna, solo funcionan en base a estándares, a
parámetros, a números, a intereses.
Seguiré
luchando contra esta brutal y siniestra fuerza que niega la revolución
del pensamiento y la solidaridad para imponernos la barbarie, y la infamia
que no ceja ni un instante en su empeño por sojuzgarnos y esclavizarnos.
José Manuel
Zelaya Rosales
Presidente
Constitucional 2006 – 2010
Coordinador
General Frente Nacional de Resistencia Popular”
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Fuente: Historia Critica, Blog de Anarella Vélez. 12 de diciembre 2010. Vélez actualmente Ministro de Cultura del gobierno de Xiomara Castro.
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